Tras igualar 1 a 1 en los 90 minutos, el equipo dirigido por Gerardo Martino se impuso 10 a 9 en una vibrante definición por penales ante Nashville, y conquistó su primer título. El capitán argentino, marcó su décimo gol en siete partidos.
Lionel Andrés Messi sigue reescribiendo la historia del fútbol. A un mes de su llegada al club, el capitán argentino lideró a Inter Miami hacia su primer título y, con la conquista de la Leagues Cup, alcanzó su 44° campeonato a nivel personal, transformándose en el futbolista que más consagraciones consiguió en todos los tiempos.
Fue una definición vibrante la que se vivió en el estadio Geodis Park. Después de un comienzo parejo, a los 23 minutos, la Pulga encontró un rebote afuera del área, gambeteó a dos rivales y colgó la pelota en el ángulo derecho para poner las cosas 1 a 0 a favor de Las Garzas. Así, el rosarino, que se llevó el premio a Mejor Jugador (MVP) y Máximo goleador, celebró su décimo gol en apenas siete partidos disputados con la franquicia de Miami.
En el segundo tiempo, el local comenzó a generar peligro en el área defendida por Drake Callender -que terminó siendo clave para la conquista del título de Miami- y, a los 12 minutos, encontró el empate por medio de Fabrice “Fafà” Picault tras un tiro de esquina.
Después de sufrir con algunos avances de Nashville, en la última jugada del partido, Inter Miami desperdició una chance increíble para quedarse con el triunfo. El ingresado Leonardo Campana escapó desde la mitad de a cancha, ganó la marca y quedó solo para definir ante Elliot Panicco. El delantero ecuatoriano picó la pelota, dejó en el camino al arquero y se tiró a barrer la pelota, que terminó pegando en el palo y salió.
La definición desde los doce pasos fue eterna. Messi fue el primero en patear y abrió la cuenta para Inter Miami, que tuvo la victoria en los pies de Víctor Ulloa en el quinto penal (el arquero Callender le había atajado el remate a Randall Leal), pero el mexicano falló y estiró la serie a los remates mano a mano. Luego de que convirtieran todos los pateadores, llegó el turno de los arqueros. Callender anotó el suyo y, seguidamente, le atajó el tiro a su compatriota Paniccoo para sellar el 10 a 9 que desató la fiesta en Miami.