"No era lo que esperábamos, pero se hizo justicia", dijo Karina Abregú tras enterarse que el Tribunal Oral Nº 1 de Morón sentenció a 11 años de cárcel a su ex marido luego de que le quemara más de la mitad del cuerpo en un intento por matarla. Según la resolución, el agresor, Gustavo Albornoz, debe cumplir "prisión inmediata" por intento de femicidio.
El ataque ocurrió el 1 de enero de 2014. Aquel día, Albornoz la roció con alcohol y la prendió fuego. El resultado: 55% del cuerpo quemado. En la guardia del hospital Eva Perón de Merlo, el hombre incluso llegó a decir que ella misma se causó las heridas.
Pero este fue sólo el final de una tortura que la mujer tuvo que padecer durante más de 13 años. En ese tiempo, llegó a denunciarlo más de 15 veces ante la Policía e incluso ante las comisarías de la Mujer de Merlo y Martínez. La inacción de las autoridades derivaron en el peor de los finales, aunque a diferencia de muchos casos, Karina logró sobrevivir para buscar justicia. Y si bien la condena no fue lo que esperaba, algo de alivio encontró en el Tribunal que sentenció a Albornoz y que consideró la serie de denuncias como un agravante para aumentar la pena.
El acusado estuvo sólo 33 días detenido, llegó en libertad al juicio oral y con una carátula que tenía una pena más leve: tentativa de homicidio. Sin embargo, durante el debate, los jueces aceptaron el pedido del abogado de Abregú y cambiaron la acusación a “intento de femicidio agravado por el vínculo”. Karina, por el contrario tuvo que travesar un duro camino para ver a su agresor tas la rejas.
Luego de ser quemada en más de la mitad de su cuerpo, la mujer tuvo que pasar seis meses internada y padecer más de 30 operaciones. Finalmente fue dada de alta, pero en ese tiempo fue despedida. Su familia, mientras tanto, realizó la denuncia y recién dos meses después comenzaron a buscar pruebas contra el atacante.
Sin embargo, no fue fácil, pues Albornoz limpió la escena del ataque. Además, recibió una orden de restricción que violó en repetidas ocasiones y amenazó a varios de los familiares de Karina. Finalmente y tras una larga pelea, el Tribunal lo condenó al demostrarse con el relato de la víctima que quiso asesinarla prendiéndola fuego.
“Siempre dije que vine con esperanzas de que se tenía que ir preso, y se dio. Que pase unos años en prisión y que vea lo que es vivir encerrado y no poder hacer una vida libre”, señaló la mujer, quien agregó que su lucha de dos años y cuatro meses para que Albornoz termine preso no concluyó porque “yo tengo que seguir con mi tratamiento”.
“No es lo que habíamos pedido pero es una condena alta”, reiteró el abogado, Alejandro Bois, quien no dudó en decir que con este caso "va a haber un antes y un después", porque es la primera vez que la Justicia condena basándose sólo en el testimonio de la mujer, además de las marcas que dejó el ataque y que van a estar en su piel toda la vida.
Fuente: Infobae