Escribe: Valentina Urus
Lolamour es una banda tributo que acaba de cumplir su primer año de shows y escenarios. Homenajean a Miranda y Babasónicos, y recrean el pop rock en La Rioja y fue lo que conquistó al público. La Red La Rioja conversó con German el Imposible, el cantante principal de la banda.
Ya no es sorpresa para nadie el éxito de las bandas tributos alrededor del mundo y lo importante que son estas para contribuir con la cultura y el homenaje de grandes artistas que quedaron grabados en nuestros corazones. En La Rioja, las bandas tributos son una excelente opción para divertirse, relajarse y navegar por las nostalgias de aquellas melodías que dejaron un legado imborrable en la industria musical. Son una oportunidad única para revivir la experiencia de un concierto de tu artista favorito, especialmente cuando las posibilidades de ver al original en vivo son remotas.
Las bandas tributo, durante mucho tiempo, se centraron en revivir la magia de las leyendas del rock y los artistas más emblemáticos de generaciones pasadas: Desde las legendarias actuaciones de The Beatles y la desgarradora energía de Nirvana, hasta las icónicas canciones de Queen y la rebeldía de The Rolling Stones, estas agrupaciones encapsulan una vasta y variada herencia musical rockera.
No obstante, el pop nacional empezó a ganar terreno en la provincia con un destello inesperado y refrescante: Lolamour, una banda tributo con una perspectiva audaz y versátil. Hace tan solo un año, nacía esta agrupación en los escenarios de la provincia de La Rioja, desafiando las convenciones de las bandas tributo al rendir homenaje tanto a Babasónicos como a Miranda, dos iconos de géneros aparentemente dispares, en una fusión musical que deja su marca y resuena con fuerza.
Lolamour nació de una ambiciosa iniciativa liderada por Imanol Iturrieta, Iván Ledo, Emi Tapia, Fabrizio Vergari y Germán Gordillo. La motivación detrás de la banda fue mucho más que solo la pasión por la música; fue una apuesta por consolidar el arte como un trabajo y una oportunidad para llegar a una audiencia más amplia. Germán señala que la conexión que la gente siente con una banda tributo supera a la que tendrían con una banda de canciones originales, ya que les permite revivir momentos a través de la música que aman.
“Elegimos esas bandas porque nos gustan mucho y porque queríamos traer algo de pop a la provincia. Empezamos con Babasónicos que oscila mucho entre sus géneros musicales: sonidos lisérgicos que visitan el rock, el indie o incluso lo electrónico, fue una excelente opción. Y después la idea de Miranda fue osada porque en su momento tuvo mucho prejuicio esa banda. Fue explorar el campo del pop en La Rioja: el pop era mala palabra. Ahora la gente se super copa y no escuchamos nada de comentarios maliciosos, todos sabemos que el pop ahora es un mundial, ¡y es que son altos temas!” comentó el cantante a La Red.
Para Germán y su equipo, hacer tributo significa estudiar meticulosamente los mensajes, la representación escénica, la actitud corporal o el vestuario de aquellas bandas elegidas. No obstante, la misión principal de Lolamour es mantener la integridad de las canciones originales, permitiendo que la audiencia se sumerja en la experiencia auténtica que ofrece Lolamour: “Buscamos hacer una propuesta atractiva y trabajamos con la esencia propia de las canciones, interpretando los sonidos fieles y los mensajes de las letras, por ejemplo, Miranda con sus temas tan dramáticos y representativos”, agregó German.
El camino de una banda tributo puede ser agotador, pero Germán y su equipo optan por abrazar una aproximación más genuina y relajada. El resultado es una experiencia musical que, más que una imitación, es una celebración y una reinterpretación apasionada de la música que ha marcado generaciones.
Con un año de logros ya a sus espaldas, Lolamour y Germán el Imposible continúan desafiando las expectativas, llevando consigo el espíritu vibrante y universal de la música a cada escenario que pisan. En este viaje musical, no solo están rindiendo homenaje a Babasónicos y Miranda, sino que están demostrando que la música es un puente que une a las personas en todas partes. “No le pudimos encontrar un color local a nuestra banda tributo justamente porque Miranda y Babasónicos son bandas muy universales, que rompen con todas las distancias políticas o geográficas. Sin duda son transversales a cualquier regionalismo o época, con solo tocar sus canciones ya nos transmite a algo que no es ningún lugar en particular. La mejor música es música universal. Significarían algo para cualquier persona que entienda la lengua”, reflexionó el cantante.
El legado de Lolamour no solo radica en su habilidad para rendir homenaje a dos íconos contemporáneos, sino también en su valiente redefinición de las bandas tributo en sí al involucrarse en el género del pop-rock. Desafiar las expectativas y experimentar con la convergencia de géneros, Lolamour demostró que la música puede romper barreras y abrir nuevos horizontes en lugares inesperados. A medida que celebran su primer año en los escenarios, La Rioja aplaude este giro refrescante en el mundo de las bandas tributo y espera con entusiasmo los futuros capítulos de su viaje musical.