Son los chicos de la mañana y la tarde, y adultos de la noctura de la escuela número 38 de Abasto, en La Plata. Decidieron cambiar el destino de su viaje de egresados para ir hasta un humilde lugar en La Rioja. A la elección del destino y el compromiso solidario, se suma la situación económica de los chicos. Son de familias trabajadoras y, como les cuesta pagar los 4 mil pesos del viaje, venden comida para costearlo.
"Con voluntad y con ganas los proyectos se pueden hacer.No hace falta el dinero, si se pudo una vez y se puede dos veces. Se puede aprender sentado en un banco escuchando a una profesora, pero también se aprende de la vida. Siempre se puede", afirma Fabiana Rocha, profesora de geografía e impulsora de la movida solidaria.
Fuente: TN.com.ar.