
A partir del sábado 1 de marzo de 2025, los precios de la nafta experimentarán un incremento del 2%, como resultado de una recomposición de precios que también incluye una actualización de impuestos. Esta medida fue confirmada por el Gobierno, que busca ajustar los costos en el sector energético.
El ajuste se implementará en medio de un contexto económico complejo y responde a la necesidad de las petroleras de reestablecer márgenes que habían sido afectados. Aunque el porcentaje final del aumento será definido por las compañías petroleras, el incremento ya está en marcha y se espera que impacte en el bolsillo de los consumidores.
El Ministerio de Economía aclaró que la actualización se llevará a cabo para «garantizar la previsibilidad y el desarrollo del sector». En este sentido, se actualizarán los impuestos sobre la nafta sin plomo, nafta virgen y gasoil, lo que tendrá un efecto estimado del 0,4% en el precio final. Este ajuste, sin embargo, es considerablemente inferior a la inflación registrada en enero de 2025.
La medida ha generado preocupación entre los ciudadanos, quienes ya enfrentan desafíos económicos significativos. La incertidumbre sobre futuros aumentos y su impacto en otros productos y servicios añade una capa adicional de tensión al panorama económico del país. La expectativa ahora recae sobre cómo responderán las petroleras a esta recomposición y si habrá más ajustes en el corto plazo.