Cada día habil de los 12 meses del año, la AFIP deposita en una cuenta especial que cada provincia tiene en el Banco Nación los recursos que les corresponden por coparticipación. Así, los gobernadores y sus ministros de Economía pueden monitorear a diario qué cantidad de dinero les está girando la Nación. Y últimamente lo que observan es que esas transferencias están cayendo en picada debido a "los graves perjuicios económicos" que les causaron algunas medidas económicas tomadas por Mauricio Macri. Según los números que manejan en las administraciones provinciales, solo por la baja en las retenciones a la soja y la modificación en Ganancias este año dejarán de coparticiparse unos $ 26.000 millones.
Los gobernadores peronistas planean poner esta cuestión sobre la mesa en la reunión que mantendrán mañana con el ministro del Interior Rogelio Frigerio. Este nuevo reclamo se sumará a los otros que ya se conocían: que se les reintegre el 15% y otro 1,9% de la coparticipación que se le retiene para financiar a la ANSeS y a la AFIP, respectivamente.
De acuerdo a un paper que circula entre ministros de Economía provinciales, sólo por la reciente modificación en el impuesto a las Ganancias a las provincias se les dejarán de coparticipar este año $ 21.200 millones.
Ese texto también cuantifica cómo afectó a las provincias la decisión de bajar en diciembre pasado las retenciones a la soja (de 35 a 30% el poroto y de 32 a 27% su aceites y harina). Es que por la rebaja en las retenciones al Fondo Federal Solidario empezaron a entrar menos fondos, de los cuales un 70% se queda la Nación y el 30% se coparticipa entre las provincias. Según las cuentas que manejan gobernadores del PJ, sólo por esta vía las provincias dejarían de recibir otros $ 5.300 millones durante este año.
Sumados, por los cambios en Ganancias y la rebaja en las retenciones a la soja a las provincias llegarían por lo menos $ 26.000 millones menos.
Entre los gobernadores también están en alerta por el anunciado proyecto por Macri de devolución del IVA a los productos de la canasta básica. Como el IVA es un impuesto que se coparticipa, según los números preliminares que manejan en algunas administraciones del interior si la iniciativa es finalmente aprobada para las provincias tendría un costo fiscal de $ 4.500 millones.
Otro dato que preocupa a las provincias es que en febrero la recaudación tributaria interanual creció un 26,5%, es decir por debajo de la inflación, lo que muestra la caida en la actividad económica.
A la reunión con Frigerio los gobernadores peronistas también se proponen llevar el reclamo de que se les reintegren a las provincias el retroactivo de los últimos 5 años del 15% de la coparticipación que se les retuvo para financiar a la ANSeS, que representan unos $ 400.000 millones.
Un esquema en el que algunos peronistas están pensando para las negociaciones es que se les condonen las deudas que las provincias tienen con la Nación, lo que para la Casa Rosada "tendría costo fiscal cero", dijeron. El beneficio para las provincias sería inmenso: al sacarse de sus mochilas esas deudas, sus calificaciones crediticias mejorarían y podrían salir a endeudarse en mejores condiciones.
Fuente: Clarín