
El presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), el riojano Mario González, salió al cruce de las críticas hacia el funcionamiento de la institución y aseguró que su rol es clave para la competitividad del sector. “La COVIAR no es una cámara gremial, fue creada por ley en 2004 para ejecutar un plan estratégico nacional”, afirmó en declaraciones a Canal E. González explicó que la entidad nació como una iniciativa del sector privado, con apoyo del Estado nacional y los gobiernos provinciales vitivinícolas.
“Se autofinancia, no genera burocracia y los fondos que recauda van a unidades ejecutoras para acciones estratégicas”, detalló.
Críticas y aclaraciones sobre el financiamiento Uno de los principales cuestionamientos al organismo radica en la supuesta obligatoriedad de los aportes. Sin embargo, González fue tajante: “Los productores no hacen ningún aporte, solo lo hacen las bodegas, es decir, la parte industrial”.
Y agregó: “Un plan estratégico que beneficia a todos no puede depender de si alguien quiere o no quiere participar”. Como ejemplo, señaló que una pequeña bodega puede pagar apenas $5.000 mensuales, mientras que su cooperativa en La Rioja aporta unos $8 millones al año, con una facturación de 20 millones de dólares.
El presupuesto de COVIAR para este año asciende a 1.500 millones de pesos, íntegramente financiado por el sector privado. “Eso equivale al costo de tres cosechadoras. Es bajísimo”, comparó González. Aunque aclaró que sí articulan con programas públicos, como los del Ministerio de Turismo o el BID, enfatizó: “COVIAR no recibe esos fondos, los gestiona en beneficio del sector”.
Logros y transparencia Entre los resultados de gestión, González destacó el crecimiento de las exportaciones —de 30 a 1.200 millones de dólares en su pico—, el desarrollo del enoturismo con más de 460 bodegas abiertas al público y la certificación internacional en sostenibilidad.
Respecto a las denuncias por falta de transparencia, negó que la entidad haya sido auditada por la CIGEN: “No nos audita. Lo que hay es un párrafo en un informe que menciona proyectos no concluidos, que tienen explicación”.
Y agregó que las auditorías están a cargo de gobiernos provinciales como los de Mendoza y San Juan. Una visión estratégica, no ideológica González atribuyó los cuestionamientos a posturas ideológicas: “Algunos quieren concentrar todo en pocas manos, y otros creemos en una vitivinicultura diversificada”. Rechazó también las acusaciones de lobby empresarial: “Hay grandes empresas que nunca participaron del sector vitivinícola y no entienden lo que es trabajar en conjunto”.
Finalmente, reivindicó el sentido estratégico de la entidad: “El vino no es solo un negocio, es parte de nuestra identidad nacional. Y eso no se sostiene con voluntarismo, sino con estrategia y aportes equitativos”.