
La secretaria general de APROSLAR, Claudia Contreras, confirmó que el gremio de profesionales de la salud convocó a un paro provincial y nacional para el próximo 17 de julio, en el marco de una jornada de lucha organizada por FESPROSA, en reclamo de mejoras salariales, pase a planta del personal precarizado y en defensa del sistema público de salud.
En diálogo con Radio La Red La Rioja, Contreras expresó que no ha habido ningún acercamiento ni convocatoria formal por parte del Ministerio de Salud desde la última comunicación mantenida el 21 de mayo, cuando se había prometido una reunión que nunca se concretó.
“Habían quedado temas pendientes como la caja compensadora con el diputado Santander, con Recursos Humanos y la parte previsional. También el aumento salarial. Esa reunión nunca se concretó”, explicó la dirigente gremial.
APROSLAR esperaba una convocatoria tras el anuncio del gobernador respecto a un posible aumento con el salario de agosto. Sin embargo, tampoco hubo respuesta oficial.
Una situación crítica en todo el país
Contreras señaló que la medida del 17 de julio se enmarca en una protesta nacional convocada por FESPROSA, gremio madre de APROSLAR, ante la crisis que atraviesa el sistema de salud en todo el país: despidos en hospitales nacionales como el Posadas, Bonaparte y Garrahan, deterioro de condiciones laborales, caída del salario real y éxodo masivo de profesionales.
“Hay profesionales que están desde 2020 en áreas críticas sin estabilidad. El pase a planta es urgente”, afirmó.
Además, cuestionó la inequidad en el pago de la especialidad médica. Indicó que los profesionales del Hospital Vera Barros y centros primarios no perciben el adicional por especialidad, a diferencia de los trabajadores del Hospital de la Madre y el Niño y del interior provincial. “Desde 2023 venimos reclamando que esa desigualdad debe resolverse”, sostuvo.
El salario pretendido y los costos invisibles
Contreras remarcó que el salario actual de los profesionales no cubre el costo de vida y solicitó que los sueldos se equiparen, al menos, con el valor de la canasta básica total, que estiman en $1.800.000 mensuales.
“Además de alimentos y servicios, los profesionales costeamos nuestra formación continua, que implica congresos, pasajes, estadías en otras provincias. Es una inversión que el Estado no cubre, pero es clave para garantizar atención de calidad”, subrayó.
Falta de especialistas, precariedad y traslado de pacientes
La dirigente denunció que la falta de profesionales afecta no solo a zonas rurales sino también a la capital provincial, donde muchos especialistas han emigrado a otras provincias en busca de mejores condiciones laborales.
“Se fueron neumonólogos a Catamarca, anestesistas al sur, cirujanos cardiovasculares a San Luis e intensivistas a San Juan. La situación es alarmante”, advirtió.
También expuso la sobrecarga horaria de médicos que deben cubrir guardias consecutivas sin descanso, lo que compromete su salud y la calidad de atención al paciente. “No se trata solo de los derechos de los trabajadores, sino del derecho de los ciudadanos a recibir una atención digna y eficiente”, señaló.
Sistema de salud fragmentado y sin respuestas
Contreras lamentó que los reclamos en materia de salud se repitan año tras año, sin que haya avances significativos: salarios bajos, falta de equipamiento, insumos, médicos en el interior y traslados innecesarios de pacientes por la ausencia de especialistas.
“Es como si estuviéramos en un bucle: siempre discutimos lo mismo. El sistema no garantiza equidad. El que vive en una gran ciudad tiene un derecho de primera, y en provincias como la nuestra, un derecho de segunda o tercera”, reflexionó.
Finalmente, insistió en la necesidad de que el Ministerio de Salud convoque al gremio para retomar el diálogo y discutir los puntos urgentes. “Esperamos esa reunión. Si no hay respuesta, la lucha continuará”, concluyó.