Con la declaración de Pedro Ortiz, único imputado por el femicidio de Romina Ríos, dieron comienzo las audiencias del juicio en el que se investigan las circunstancias en las que se produjo la muerte de la joven el 12 de febrero del 2015. A lo largo del relato, que se extendió por más de dos horas, Pedro Ortiz dio su versión de los hechos.
En cuanto al momento en el que se produjo el disparo, Ortiz expresó: “Voy a mi departamento, busco el cargador del teléfono, saco el cinto con la pistolera, le pongo el arma y me voy al departamento de al lado donde ella estaba” y detalló: “Bananeando, moneando con el arma, le dije que me la habían entregado ese mismo día y que ya era policía con todas las letras, me dijo “Uh, el policía”.
En otro tramo de la declaración, Ortiz contó: “Me pidió que se la muestre y me preguntó cuándo me la habían entregado y le dije que ese día. Me dijo que tenía que tener cuidado con mi hijo. Yo seguía jugando con el arma, le trabo la corredera y le saco el cargador. Y le digo que así queda el arma abierta, le pongo el cargador de nuevo y le libero la corredera”.
Por otra parte, el imputado por el femicidio de Romina Ríos, continuó con su relato: “En ese momento no me di cuenta, no entendí que estaba jugando con un arma. Me pidió el cargador del celular porque su madre la iba a llamar” y detalló: “En ese momento de querer bajar el martillo, ella se encontraba en la parte de la cabecera de la cama y yo en la parte de los pies”.
“En el medio había una mesita de luz con los enchufes y al otro costado estaban las cuchetas, estábamos sentados” indicó Ortiz, y continuó: “Ella hace un movimiento como para enchufar el cargador y en ese momento estoy tratando de liberar el martillo pero sin saber, y en ese momento sale el disparo. Yo vi que le pegó en la parte de la espalda, ella hace un movimiento y cae de nuevo a la cama”.
El tramo final de la primera parte de su declaración Ortiz habló de las maniobras que realizó para borrar las pruebas que lo comprometían con el hecho. Según contó, trasladó el cuerpo al lugar donde finalmente fue encontrado, limpió las manchas de sangre de la escena del crimen y días después, el mismo día que fue hallado el cuerpo de Romina Ríos, regresó al lugar del hecho, la roció con alcohol y le prendió fuego.
Durante su testimonio, Pedro Ortiz intentó desvincularse de la relación que habría mantenido con la víctima, estrategia que ya habría adelantado el abogado defensor del imputado, Gabriel Pavón.