
El abogado Sergio Gómez expresó su preocupación por la falta de celeridad en causas de delitos sexuales, como la que involucra a un ex empleado del Tribunal Superior de Justicia, procesado por grooming contra su sobrina de 11 años. “Ya se dictó el procesamiento, pero la causa está a punto de prescribir en septiembre. Si no se avanza rápido, podríamos estar ante un caso impune, y eso sería gravísimo”, advirtió.
La denuncia se realizó en el 2022 cuando, los padres de una niña de 11 años descubrieron que «César Nicolás Vega tiene 64 años” según los datos aportados en ese momento por Gómez, comenzó a enviarle mensajes vía Whatsapp y la invitó a su oficina con “finalidades de índole sexual”. Luego de contactar a la niña “comenzó a escribirle pidiéndole que guardaran el secreto, la invitó al trabajo y con la clara finalidad que tiene este delito. Hay aclarar que para hablar de acoso sexual no se requiere necesariamente que se concrete el acto sexual”.
La denuncia fue realizada en la Fiscalía y se tramita en el Juzgado de Violencia de Género y Protección Integral de Menores, Nº 1 a cargo de la jueza Jésica Díaz Marano que dicto su procesamiento. Y, además se presentó ante el Tribunal Superior de Justicia, un pedido de apartamiento hasta tanto se resuelva su situación judicial. Ante la demora de la solicitud, la querella denunció públicamente la demora en la resolución administrativa. El letrado dijo que se decidió finalmente darla la posibilidad de jubilarse.
El abogado remarcó que más allá de los avances en algunos expedientes, persiste un problema estructural: la falta de reacción oportuna del sistema judicial en causas de alta sensibilidad. “Los casos de violencia de género, abuso o encubrimiento no pueden esperar. Requieren una Justicia que esté a la altura de las circunstancias”, afirmó.
“La búsqueda de justicia no puede depender del azar ni del tiempo. Hay que actuar con responsabilidad, compromiso y humanidad”, indicó Gómez.