
El auge de las redes sociales y la exposición temprana a contenidos de belleza está generando un fenómeno preocupante, la farmacéutica Ana Gabriela Coloma Peralta (M.P. 356) advirtió; que «hay niñas de apenas 6 o 7 años que ya desean maquillarse y adoptar rutinas de cuidado facial complejas. En este sentido, la profesional analizó este fenómeno conocido como cosmeticorexia.
«Cada vez vemos más niñas y algunos varones que, desde edades muy tempranas, buscan imitar a influencers y celebridades que muestran rutinas de hasta diez pasos, con productos que no son aptos para su piel», explica Coloma. Según la especialista, el acceso a celulares y plataformas como TikTok desde los 6 o 7 años facilita el contacto con este tipo de contenidos, generando el deseo de consumir productos de belleza de manera anticipada.
La peligrosa moda de los tratamientos estéticos precoces
Más allá del maquillaje, lo que genera mayor alarma es el interés por procedimientos estéticos que antes estaban reservados a adultos. «Algunas niñas de 10 o 12 años ya expresan su deseo de aplicarse ácido hialurónico o bótox, buscando emular estándares de belleza que se promueven en las redes. Esto no solo es innecesario a esa edad, sino potencialmente peligroso para la salud», sostiene la farmacéutica.
La cosmeticorexia refiere precisamente a ese uso compulsivo de productos cosméticos y estéticos, en la búsqueda de un ideal físico que muchas veces está lejos de la realidad y afecta tanto la salud física como la salud mental.
Recetas caseras: otro riesgo en ascenso
Además de los productos comerciales, circulan en redes múltiples “recetas caseras” para fabricar cosméticos con ingredientes domésticos. Coloma advierte que esta práctica también es riesgosa: «No se controla la conservación ni las posibles reacciones al mezclar ingredientes. La piel de niños y preadolescentes es inmadura, mucho más permeable, y absorbe fácilmente las sustancias que se le aplican. Esto puede tener consecuencias a largo plazo.»
El alto costo económico de una tendencia temprana
El fenómeno también impacta en la economía familiar. Los productos de skin care tienen precios elevados: «Un protector solar básico cuesta alrededor de 30 mil pesos; una crema hidratante, entre 10 y 20 mil; y los productos de limpieza facial, otros 10 o 20 mil. Armar una rutina completa puede superar los 80 o 100 mil pesos fácilmente», detalla.
El rol clave de los padres
Frente a esta situación, Coloma enfatiza la importancia del rol de los adultos: «Los padres deben acompañar, supervisar y entender que muchos de estos productos no son necesarios ni seguros a edades tempranas. El maquillaje como juego ocasional está bien, pero no debe transformarse en una rutina diaria para niños pequeños», concluye.
Al finalizar la profesional Ana Coloma brindó algunas recomendaciones:
- No todos los cosméticos ni procedimientos están indicados para la piel de niños y adolescentes.
- No es adecuado que un niño de 8 a 12 años normalice rutinas de skincare complejas, con muchos pasos o ingredientes innecesarios. Algunos activos que son comunes en adultos (+20 años), como limpiadores agresivos, exfoliantes, ácidos, retinol o ingredientes antiage, no son apropiados para la piel infantil.
- Entre los 8 y los 18 años podemos implementar un cuidado básico que incluya: Un limpiador facial suave. Una crema hidratante simple, solo si es necesario. Protector solar (recordando que su uso está autorizado a partir de los 6 meses de edad; siempre revisar que el producto sea apto para uso pediátrico).
- En el caso de adolescentes con acné, es fundamental acudir al médico para recibir el tratamiento adecuado. No debemos recurrir a productos al azar ni al maquillaje excesivo, ya que esto puede empeorar la condición de la piel.
- No todos los productos cosméticos son inocentes ni aptos para todas las edades.
- La belleza también se educa desde el amor propio, el cuidado responsable y la salud
Para mayor información y asesoramiento pueden seguir la cuenta de la profesional: https://www.instagram.com/ani.coloma/