El presidente del Centro Comercial de La Rioja, Juan Keulian, expresó su preocupación por la situación que atraviesa el comercio en la provincia, marcada por una baja sostenida en el consumo, cierres de locales y una caída en el empleo registrado.
> “Hubo cierres, por supuesto, y algunos conocidos. Hasta ahora, digamos que no hay una estampida, pero hay muchos comercios chicos que cierran, de indumentaria y calzado”, afirmó Keulian en diálogo con medios locales.
Si bien el dirigente señaló que los comercios grandes aún resisten, reconoció que dos o tres marcas importantes también se han visto obligadas a bajar sus persianas, lo que acentúa el mal clima en el sector. “En general, por ahora vienen aguantando. Vamos a ver hasta cuándo, porque estamos muy preocupados”, remarcó.
Uno de los indicadores que refleja esta crisis es la caída en la cantidad de trabajadores registrados en el sector comercial. “Evidentemente ha disminuido la cantidad de empleados de comercio registrados, así que quiere decir que hubo algunas bajas”, explicó Keulian.
Un problema estructural: salarios bajos y poco dinero en circulación
El titular del Centro Comercial hizo hincapié en una de las principales causas que, a su juicio, explican la situación: la baja capacidad de consumo de la población.
> “El problema es siempre el mismo: la cantidad de dinero circulante. En La Rioja, el valor de los salarios del empleo público es muy bajo. Y si el salario es bajo, el comercio se ve resentido porque la gente no tiene dinero para hacer compras”, sostuvo.
Keulian recordó que alrededor del 80% del empleo en la provincia es público, por lo que la evolución del consumo está íntimamente ligada al poder adquisitivo de ese sector.
Expectativas moderadas
El dirigente concluyó con un mensaje de esperanza moderada, aunque sin ocultar su inquietud. “Esperemos que esto se recomponga en los próximos meses”, expresó.
Mientras tanto, comerciantes y trabajadores del rubro continúan navegando una economía local afectada por la inflación, la pérdida del poder adquisitivo y un consumo que no da señales claras de recuperación.
