Colaboradora: Valentina Urus
La XXI edición de la Feria del Libro de La Rioja terminó y con ella el Primer Ciclo de Poesía en Voz Alta de la mano del poeta riojano, Víctor Taquia.
La oralidad, poder expresarse y compartir son algunas de las cuestiones que más atemorizan a los y las jóvenes, especialmente a aquellos que se lanzan hacia el mundo de la poesía y de la escritura. Escribir versos es una cosa, pero exteriorizarlos parece un gran desafío que a muchos les cuesta afrontar.
En diálogo con Radio La Red, Víctor Taquía, escritor y tallerista riojano comentó: “Este Ciclo es un lindo ejercicio para quienes escribimos, ya que la poesía la construimos en un momento de plena soledad e intimidad y compartirlo después en voz alta es todo un desafío”.
Pues romper con esos temores y afrontar el pudor de las primeras lecturas es lo que se planteó este Primer Ciclo de Poesía en Voz Alta: crear por primera vez en la Feria del Libro un espacio para que los viejos y nuevos poetas pudiesen compartir sus lecturas y darles voz a sus versos escritos en la intimidad.
Víctor Taquia es un joven riojano, nacido en Nonogasta y en La Patagonia publicó su primer libro “A veces escribo” y una pila de títulos más como “La intensidad de un mate lavado”, “Por todas esas veces” y “Attraversiamo” con Adriana Petrigliano, entre otras obras.
Este año fue invitado a la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires, como así también en la Feria del Libro en Santa Cruz, Chilecito, La Rioja Capital y el Calafate para presentar su última publicación, “Zona de derrumbe” con la editorial Demolición en Suspenso.
Como escritor, pero también como tallerista e impulsor de la escritura en las nuevas voces poéticas fue que se lanzó con este proyecto de Poesía en Voz Alta para la Feria del Libro riojana, gracias a las posibilidades y el acompañamiento de la Secretaría de Culturas.
El Ciclo consistió en noches de intimidad y confort en las cafeterías más hogareñas de la provincia como Rayuela o el Café Literario, y se prolongó durante toda la Feria del Libro. Los recitales se dieron durante las noches invernales y se invitaron a dos poetas que bajo el acompañamiento de Víctor Taquía que iba turnándose para leer en voz alta sus escritos. “Lo importante de este Ciclo es la lectura en voz alta, revalorizar la oralidad, poder sacar la palabra del texto, del papel y poder compartirla en un espacio” dijo el poeta para Radio La Red.
En las siete noches poéticas, los nombres que participaron en el Ciclo son: Mariela Scidá y Diana Guzmán, Luciana Luna y Sol Arakai, Jimena Vera Psaró y Cecilia López, Marta G. Clara yAilén Palacios, Yohan Vera y Carla Vázquez, Victoria Páez y Valeo, y Soledad Olmos y Martín Yoma.
Revalorizar la oralidad y que cada voz poética quede marcada en la memoria de los oyentes es otra de las misiones planteadas por este ciclo, como quien se quita una máscara para siempre: “es una linda oportunidad para revelarle al lector o lectora la posibilidad de escuchar de la propia voz del poeta, así ya cuando te volvés a topar con el texto, te queda su voz, su ritmo, su resonancia” reflexionó.
Un lugar para las nuevas voces. Descubriendo la frescura y el talento emergente
Durante las frías noches de poesía riojana, Víctor convocó en su Ciclo a autores ya consagrados, con cierto camino poético forjado y construido a través de publicaciones y libros físicos. Pero también reunió nuevas voces que por primera vez tuvieron un espacio para compartir sus poemas y reconocerse a ellos mismos como artistas.
“Es un Ciclo diverso. Tenemos invitados que vienen con cierta trayectoria poética, de publicación de libros de poesía y también escritores más jóvenes, que están iniciando recién esto de compartir sus textos, así que es una forma de acompañar a estas nuevas voces” dijo el poeta.
Valeo y Victoria Belén Páez son dos estudiantes de la Licenciatura y el Profesorado en Letras, que al igual que otros invitados, participaron de este ciclo y se animaron a leer aquellospoemas que han tecleado en sus celulares, en plena e íntima soledad.
Valeo, como persona no binaria e interesada en el activismo que lucha contra la gordofobia y la reivindicación de los cuerpos no hegemónicos, encontró en este ciclo una temática en su carrera como poeta, al respecto comentó lo siguiente: “Siento que fue una forma de presentarme al mundo, como elegía las palabras y lo que quería decir, gracias a estas oportunidades me di cuenta de que tenía cosas para decir”.
En cuanto a Victoria Páez, que siguió con una temática más regional e íntima en sus poemas, encontró diferencias entre la escritura y la oralidad: “vi una diferencia sustancial entre el texto escrito y el texto leído, el soporte deja de ser el mismo. Cuando escuchas que alguien lo lee el soporte empieza a ser el tono y la voz del poeta, la forma de exclamación”.
Ambos poetas quedaron completamente entusiasmados y con un anhelo insaciable de expresión y oralidad. Victoria, emocionada, expresa: “Es algo que definitivamente seguiría haciendo, sumergirme en cualquier lugar con micrófonos abiertos y enfrentar esta experiencia nueva que tanto disfruté”.
Cuando se trata de inspirar a los jóvenes poetas, Taquía da pie a una recomendación clave que resuena: “Compartir, compartir es la clave. Aunque al principio puede ser intimidante, vergonzoso o pudoroso, es la única manera de hacerles conocer nuestro amor por la poesía. Anímense”, expresa con convicción.