
La licenciada en nutrición Verónica Bonano destacó el trabajo del Ministerio de Salud en la detección y acompañamiento de personas con celiaquía y llamó a reflexionar sobre los peligros de las dietas de moda y el rol de la industria alimentaria.
En el marco del Día del Celíaco, conmemorado el 5 de mayo, y el Día Internacional Sin Dieta, la licenciada en nutrición Verónica Bonano (M.P. 67) en diálogo con La Red visibilizó avances, desafíos y alertas vinculadas a la alimentación saludable en La Rioja.
“En el Ministerio contamos con un programa de atención al celíaco que trabaja en coordinación con centros de salud y hospitales. Nuestro objetivo es garantizar el acceso al diagnóstico, la información y los alimentos libres de gluten, ya que el único tratamiento para la celiaquía es una dieta estricta y de por vida sin TACC (trigo, avena, cebada y centeno)”, explicó Bonano.
Advirtió además que muchas veces la enfermedad se confunde con colon irritable u otros trastornos digestivos, lo que retrasa el diagnóstico. “Por eso insistimos en acudir a un profesional ante síntomas como cólicos, pérdida de peso, malestar general o problemas en la piel”, añadió.
Por otro lado, y en referencia al Día Internacional Sin Dieta (6 de mayo), la licenciada remarcó que este día busca generar conciencia sobre los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y el daño que generan las dietas extremas promovidas por redes sociales. “Hoy ya no hablamos de dieta, sino de cambio de hábitos alimentarios. Las dietas solo se prescriben cuando hay una patología. Lo fundamental es lograr una alimentación equilibrada y adecuada según cada etapa de la vida, el entorno y el tipo de actividad física”, dijo.
También se refirió al rol de los entornos escolares en la promoción de una alimentación saludable. “Estamos trabajando con la Ley Nacional de Alimentación Saludable (27.642), que regula los kioscos escolares y promueve los entornos saludables en escuelas, comunidades y lugares de trabajo”, explicó.
Respecto al etiquetado frontal de alimentos, destacó que “ayuda a tomar decisiones conscientes”, aunque reconoció que su implementación aún enfrenta resistencias. “La industria alimentaria es enorme y genera un marketing engañoso. Por eso insistimos en fomentar huertas familiares y volver a lo natural, aunque sabemos que no siempre es fácil”.
Al final, Bonano llamó a adoptar una mirada crítica sobre lo que se consume: “Hay que aprender a elegir. Lo que compramos impacta directamente en nuestra salud. El cambio está en nuestras manos”.