
El gobernador de La Rioja Ricardo Quintela no descartó la posibilidad de que vuelvan a implementarse los Bonos de Cancelación de Deuda (Bocade) en la provincia.
En el marco del inicio de sesiones ordinarias, el mandatario provincial dialogó con los medios y al ser consultado por la posibilidad del regreso de los Chachos señaló que «vamos a ver si es necesario, tenemos el instrumento financiero, veríamos autorización a la Cámara de Diputados que nos permita la circulación de ese instrumento financiero, pero vamos a ver si es necesario».
Esta declaración abre la puerta a la reedición de una medida que ya se implementó en el pasado en La Rioja, en momentos de crisis económica.
Cabe destacar que Los Bocade son títulos de deuda emitidos por el gobierno provincial que pueden ser utilizados para el pago de impuestos y otras obligaciones fiscales.
La eventual vuelta de los Bocade generaría debate y controversia, dado que su implementación suele estar asociada a dificultades financieras y a la necesidad de recurrir a medidas alternativas para hacer frente a las obligaciones del Estado.
Los Bonos de Cancelación de Deuda (Bocade), también conocidos como «Chacho», son una cuasi-moneda que la provincia de La Rioja ha implementado, fijada a una paridad de uno a uno con el peso argentino.
Es preciso resaltar que está iniciativa marcó la primera emisión de una moneda provincial en Argentina en 20 años, impulsada por los severos ajustes fiscales y recortes de gastos del gobierno nacional bajo el mando del Presidente Javier Milei.
En su momento el gobierno provincial afirmó que se le adeudan aproximadamente 9.3 mil millones de pesos en contribuciones federales, lo que ha provocado tensión financiera y la decisión de crear esta moneda local para ayudar a cubrir los salarios de los empleados públicos y estimular la economía local.
Los Bocade se emitieron en denominaciones que oscilan entre $1,000 y $50,000, con una emisión total planificada de $15 mil millones. En este punto, el gobernador Quintela criticó las medidas de austeridad del gobierno nacional, afirmando que la provincia se ve «obligada» a emitir esta moneda debido a las dificultades financieras.
La emisión de los Bocade se consideró una respuesta a la crisis económica que afectó a La Rioja. De este modo el gobierno provincial instrumento el uso de esta cuasi-moneda para reactivar el consumo local y proporcionar un salvavidas financiero a los empleados públicos. La moneda sólo circuló dentro de la provincia y se usó para transacciones en los negocios participantes, así como para el pago de impuestos y servicios locales.
Históricamente, La Rioja tiene un precedente en la emisión de cuasi-monedas durante las crisis económicas, con medidas similares adoptadas en el pasado. La actual emisión de Bocade refleja las continuas tensiones entre los gobiernos provincial y nacional con respecto a las políticas fiscales y el reparto de ingresos. La decisión de la administración local de crear esta moneda ha suscitado debates sobre la viabilidad e implicaciones de la existencia de múltiples monedas operando dentro de Argentina.