Con la participación de casi 900 congresales del Partido Justicialista, gobernadores y dirigentes, entre ellos el riojano Ricardo Quintela, se definirá el futuro del espacio en un contexto enrarecido bajo la presidencia de Milei. Allí, el gobernador, al ser consultado por medios nacionales al respecto, expresó que “esta convocatoria es la unificación de todo el Movimiento Nacional Justicialista en sus distintas expresiones, líneas internas, movimientos sociales, líneas federales, que tienen que estar integradas e incorporadas para la constitución de una Mesa Federal donde nos sintamos representados y que nos ayude a tener un mensaje común, federal, pero sobre todas las cosas que permita que todas las provincias puedan desarrollarse en forma armónica”
Quintela puntualizó: “por otro lado este congreso nos debe permitir expresar de manera sustancial las diferencias que tenemos con el gobierno nacional y esbozar una propuesta que genere expectativas positivas en la sociedad argentina”.
En cuanto a la amplia concurrencia desde diferentes sectores, el gobernador manifestó que “creo que no podemos prescindir de nadie, tenemos que tener la puerta abierta para todos y tenemos que tener la participación de todos los que quieran participar”.
En cuanto al ahogo financiero que atraviesa La Rioja, dijo que “lo que más me preocupa no es mi relación con el gobierno, me preocupa la relación del Estado Nacional con el Estado provincial, no existe ninguna área que dé respuesta, no existe ningún área que ponga en marcha programas educativos, sanitarios, de seguridad, productivos, de obra pública, de política habitacional. No hay respuesta de ningún lado, inclusive, hay muchas áreas donde no están designados sus funcionarios, por lo tanto no tenés con quién hablar, eso es lo que me preocupa. No hay un gobierno que esté funcionando, a lo único que se dedican es a recaudar, pagar los servicios de la deuda y no implementan ninguna política que genere oportunidades para las distintas provincias argentinas”.
Finalmente, reflexionó diciendo que “el presidente tiene que tomar conciencia que es presidente de un país que tiene 23 provincias y la Capital Federal, que si no gobierna para las 23 provincias ¿para quién puede gobernar?, es inaudito. Con los presidentes que pertenecieron a otro signo partidario siempre hubo diálogo, conversación, hubo aportes de las distintas áreas, hubo programas y políticas que se distribuían a partir del Estado nacional, se tenía un ida y vuelta entre la Nación y las provincias que permitía por lo menos aplicar programas que generaran condiciones y oportunidades para nuestra gente, ahora el Gobierno nacional no aporta absolutamente nada para ninguna provincia argentina”.