Semana Mundial de Sensibilización para Disminuir el Consumo de Sal se celebra este año del 13 al 19 de mayo. El tema es “Es hora de poner el foco en la sal”, destacando el tema de la sal “oculta” (sodio) en muchos productos procesados y ultraprocesados.
La Licenciada en nutrición Claudia Torres brindó información de este tema con el fin de concientizar sobre la importancia de limitar el consumo excesivo de sodio.En este sentido aseguró que ” el objetivo es fomentar la implementación de intervenciones basadas en evidencia para reducir el consumo de sal en la población y proteger así la salud cardiovascular”.
“El exceso de sal en la alimentación es una de las principales causas de hipertensión arterial (HTA), afección que produce más de 7 millones de muertes cada año en el mundo y es causa de enfermedad renal, cerebrovascular e infartos”, indicó.
“Hay que tener en cuenta que las tres cuartas partes del sodio de la alimentación provienen a través de este tipo de alimentos procesados y ultraprocesados: amasados de pastelería, salsas y aderezos, galletas saladas o dulces, comidas semipreparadas o listas para consumir, carnes conservadas, enlatados, fiambres y quesos”, sumó.
Las recomendaciones de reducción de consumo de sodio se aplican a todas las personas, hipertensas o no, y en todas las edades. La reducción de cada gramo de sal consumida per cápita evitaría alrededor de 2.000 muertes anuales y 20.000 eventos cardiovasculares.
Cabe destacar que el consumo recomendado por la OMS para los adultos es de menos de 2 gramos de sodio por día (o su equivalente de 5 gramos de sal al día). El exceso de sodio se relaciona también con el agregado de sal a las comidas, lo que se conoce como “sal discrecional”. Según la ENFR 2018, el indicador “Utilización de sal siempre o casi siempre después de la cocción o al sentarse a la mesa” arroja un resultado de 16,4%, mientras que la utilización de sal habitualmente durante la cocción es de 68,9%.
En Argentina, la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud 2 (2022) determinó que el consumo de sal es de 7,9 gramos de sal diarios para la población mayor de 18 años, y la prevalencia de consumo de sal de 5 gramos o más por día es de 91,8%, siendo más elevado en los hombres (97,9%) que en las mujeres (86,2%).
De esta forma, resulta fundamental educar a la población sobre los riesgos a la salud por su exceso, enseñando prácticas y estrategias que permitan su remplazo en la elaboración de los alimentos.
El conocimiento y la concientización de los consumidores son elementos esenciales para modificar de forma sostenible los comportamientos de la población. Muchas personas no son plenamente conscientes de los riesgos que entraña el consumo de sal, ni de su vínculo con la hipertensión arterial y los accidentes cerebrovasculares.
Recomendaciones para disminuir el consumo de sodio
- Cocinar sin el agregado de sal: es preferible si es necesario, agregar solo un poco al final.
Priorizar el consumo de alimentos frescos (frutas y verduras) y de elaboración casera, en lugar de los productos procesados y ultraprocesados. - Utilizar sustitutos de la sal: sazonadores caseros a base de hierbas y especias.
Disminuir y/o evitar el consumo de alimentos ultraprocesados: salsas y aderezos comerciales, galletitas, amasados de pastelería, fiambres y embutidos, conservas, snacks. - Saborizar con hierbas aromáticas y especias: albahaca, ají molido, azafrán, cardamomo, clavo de olor, comino, coriandro, cúrcuma, curry, estragón, hinojo, jengibre, laurel, nuez moscada, orégano, perejil, pimienta, pimentón, romero, salvia, tomillo, vinagre, jugo de limón, aceites saborizados, ajo, cebolla y perejil.
- Combinar sabores agridulces: aprovechar las frutas de estación.
- Usar técnicas de cocción que realcen los sabores: plancha, parrilla, vapor, grillado. Las técnicas que producen costra de tostación concentran los sabores naturales de los alimentos.
- Quitar el salero de la mesa.
- Al comprar los alimentos, identificar los sellos negros en el envase. (etiquetado frontal).
Trabajar para deshabituar el paladar al sabor salado. Las personas tenemos la capacidad de ser plásticas. Luego de algunas semanas con menos sal, la preferencia por el sabor salado se reduce y se comienza a disfrutar el sabor natural de los alimentos. - Alimentos con mayor contenido de sal que no son recomendados
- Los grupos de alimentos que aportan mayor cantidad de sal son panificados, galletitas, productos de copetín, productos cárnicos, fiambres y embutidos, quesos, sopas, caldos, salsas comerciales, aderezos y conservas.