Según confirmo la secretaria general del SADOP, Claudia Allegri, docentes del Instituto Privado Arco Iris están sufriendo persecuciones y presiones desde la misma institución para lograr que se desafilien del gremio. Los reclamos salariales que la entidad viene realizando durante los últimos meses habría generado el descontento de la patronal.
El Sindicato Argentino de Docentes Privado reclama el pago de los bonos navideños y excepcional (que sumarían $5.000 por agente) que la provincia pagó a los docentes estatales, ya que que según establece el derecho a equiparación salarial, corresponde que cada patronal privada abone a sus trabajadores. También se tiene conocimiento de que el personal no recibe el ítem de antigüedad docente establecido en el Estatuto Docente.
Estos reclamos se realizan en base a lo que establece el Art. 91 de la Ley Provincial Nº 8 .678, según el cual “los docentes de escuelas privadas tendrán derecho a una remuneración mínima igual a los docentes de gestión estatal”.
En esta línea, la secretaria señaló que algunas patronales privadas, entre ellas el Colegio Arco Iris, estarían intentando conformar o reflotar la “Asociación de Escuelas Privadas”.
“Deseo que esta conformación base sus objetivos en la lucha por mejorar la situación precarizada en la que muchos empleados de escuelas privadas se encuentran y no en fortalecer estrategias de persecución y desafiliación gremial que lo único que conseguirán es procesos jurídicos de penalización de las conductas desleales que promueven, ya que la Ley Nacional Nº 23551 sanciona con multas económicas a las patronales que desoigan y no respeten los derechos establecidos en dicha normativa”, manifestó Allegri.
Asimismo se refirió a la necesidad de que los trabajadores de la educación privada, conozcan sus derechos y denuncien todo arrebato, persecución o maltrato profesional, emocional o económico a los que estén expuestos.
Finalmente hizo pública la necesidad de que la comunidad de padres que optan por la educación privada, se hagan eco de la precarización laboral que viven los docentes de sus hijos y apoyen sus luchas porque el malestar del docente repercute inevitablemente en la calidad educativa.