Annagreth Würgler recorría el noroeste argentino cuando la vieron por última vez, en agosto de 2004. Aunque nunca apareció su cuerpo, no existen dudas de que la joven fue asesinada.
Este martes se cumplen 19 años desde la última vez en que la turista suiza fue vista con vida. En Radio La Red el abogado Nicolás Azcurra, recordó una serie de contradicciones que se dieron a lo largo del caso, y la impunidad que hasta el día de hoy se mantiene.
“Es preferible un culpable suelto y no un inocente preso, pero en este caso han quedado varios responsables sueltos”, sostuvo quien se encargó de la defensa de Machuca y Gordillo, la pareja propietaria del camping donde ella se había alojado. Nunca se supo nada más de ella, ‘se la tragó la tierra’. “Pareciera que La Rioja tiene un triángulo de las bermudas, porque desaparecieron varias personas aquí, como Marita Verón”, recordó Azcurra.
Por el caso de Annagreth Würgler la Justicia condenó a 18 años de prisión a Alcides Cuevas por encontrarlo responsable del homicidio; sin embargo, contemplando que el cuerpo nunca fue hallado y teniendo en cuenta la ausencia de antecedentes penales del acusado, salió en libertad tras cumplir las dos terceras partes de la pena, pero nunca rompió el silencio.
El caso estaba cerrado. Pero cuatro años después, en abril de 2008, encontraron intacta la bicicleta de Annagreth en la provincia de San Juan y, el mismo día, detuvieron al juez riojano que había investigado el caso de la suiza desaparecida, Walter Sinesio Moreno, por liderar una banda delictiva que asesinó a un comerciante al que le debían dinero.
El Dr. Azcurra sostuvo en reiteradas ocasiones que “podría estar sepultada en la casa del Juez”. Se hicieron rastrillajes pero esto nunca se comprobó. “He sido intimado reiteradas veces para que me rectifique, pero nunca lo hice, porque las pruebas eras contundentes”, recordó.
La causa está archivada. Hay una condena agotada, porque se considera que Cuevas ya cumplió. “Con la condena de Cuevas hay algo, pero lo demás quedará en la nada”, se lamentó el letrado.