Lucila Rojas, hermana de Melina Rojas, victima de femicidio, expresó su conformidad ante la condena de 40 años de prisión efectiva impuesta a Mauro Mocho Peña, autor del brutal asesinato. A pesar de que la Fiscalía había solicitado cadena perpetua, la familia considera que se ha alcanzado justicia, aunque lamenta la dilación del proceso judicial que tomó más de tres años.
Durante el juicio, se probó que Melina había denunciado a Peña en múltiples ocasiones por agresiones físicas, amenazas de muerte y violaciones a una orden de restricción que pesaba sobre el imputado. Sin embargo, esas advertencias no fueron atendidas debidamente por las autoridades policiales ni judiciales. “Melina ya tenía nueve meses con una orden de restricción que él no respetaba. La policía, que debía hacer cumplir esa medida, no actuaba, nadie hacía nada”, explicó Lucila en dialogo con Radio La Red.
La sentencia de 40 años de prisión llegó tras una investigación que estableció que Mauro Peña fue el responsable directo del asesinato de Melina, apuñalada con un arma blanca. El juicio incluyó testimonios de testigos y pruebas de ADN que incriminaban a Peña, quien fue identificado en el lugar del crimen y vinculado directamente con las prendas manchadas de sangre y el arma utilizada. “Las pruebas estaban claras desde un principio, pero el proceso se dilató demasiado, no había mucho que investigar porque todo indicaba que él era el único culpable”, agregó Lucila, refiriéndose al extenso tiempo que tomó llegar a una condena definitiva.
Lucila también remarcó que el sistema judicial y los organismos responsables de proteger a las víctimas de violencia de género fallaron en su obligación de actuar de manera preventiva. “Hubo múltiples denuncias y advertencias. Ella no solo sufría agresiones físicas, sino también amenazas de muerte que estaban asentadas en cada denuncia. No había quien hiciera cumplir la restricción, él la perseguía constantemente, la hostigaba, y a pesar de todas las señales, nadie hizo nada”, señaló con profundo dolor.
El juicio también incluyó la revelación de que dos personas presentaron falsos testimonios durante el proceso, por lo cual fueron inmediatamente encarceladas. A pesar de las complicaciones, Lucila y su familia encuentran en la sentencia un paso importante hacia la justicia para Melina, quien dejó una hija que ahora vive sin su madre debido a la inacción institucional que permitió el continuo hostigamiento y, finalmente, el asesinato.
La lucha por justicia continua
A pesar de la satisfacción parcial por la sentencia, Lucila Rojas considera que aún queda mucho por hacer. “Estamos conformes porque se hizo justicia por mi hermana, pero no podemos ignorar que quienes debían actuar para evitar este desenlace no lo hicieron. Las denuncias estaban, la perimetral estaba, pero él la seguía persiguiendo. Esto no debería haber terminado en un asesinato”, lamentó.
Además, Lucila pidió que se realice un llamado de atención a las instituciones responsables. “Creo que este caso debe servir para advertir a quienes tienen el poder de actuar. Si la policía y la justicia hubieran hecho su trabajo, yo tendría a mi hermana aquí con su hija. Esto no debe volver a suceder”, afirmó con firmeza.
Lucila agradeció el apoyo mediático que ha permitido visibilizar el caso y subrayó la importancia de escuchar a las víctimas de violencia de género antes de que sea demasiado tarde. “Agradezco a todos los que difundieron nuestro caso, porque ustedes son una parte importante para crear conciencia. Las denuncias no pueden ser ignoradas, esto es algo que sigue ocurriendo día a día, mujeres que son asesinadas, y debemos evitarlo”, manifestó.