El ex jefe del Ejército, César Milani, ganó tiempo con su estrategia de defensa y no tendrá que presentarse a declarar hoy como sospechoso por torturas agravadas y allanamientos ilegales, en la causa por el secuestro de Ramón Alfredo Olivera, ocurrido en 1977 en La Rioja, durante la dictadura militar. A última hora, el juez federal de La Rioja, Daniel Herrera Piedrabuena, decidió volver sobre sus pasos y suspendió la audiencia que él mismo había convocado la semana pasada y que estaba prevista para las 10.
Así lo confirmó a LA NACION la abogada de Olivera, Viviana Reinoso, quien indicó que "el juez hizo lugar a un pedido de la defensa de Milani, que había solicitado la suspensión de la audiencia de este martes y que se declare la nulidad del llamado a indagatoria, que es lo que ahora se avocará a resolver".
La letrada consideró que el magistrado "tendría que haber rechazado in limine esos planteos para sostener su decisión de indagar a Milani, pero decidió reasumir la postura que tuvo en los últimos años y que consistió en hacer lugar a todos los planteos de la defensa del ex jefe del Ejército, que sigue sin responder en tribunales".
Reinoso dijo que "por alguna razón que no se puede entender, el juez Piedrabuena, que la semana pasada había decidido citar a Milani, ahora da marcha atrás en su postura y hace lugar a las medidas dilatorias planteadas por la defensa, cuando hay pruebas más que suficientes en el expediente para que sea indagado y procesado".
Además de frenar la audiencia con Milani, el juez Herrera Piedrabuena también resolvió esta noche dejar en suspenso las indagatorias al ex juez federal riojano Roberto Catalán y el ex oficial del Ejército Francisco Santacroce, así como dos policías riojanos acusados en la causa Olivera, que estaban previstas para esta semana.
En el expediente, se investigan los delitos de tortura y de privación ilegítima de la libertad de las que fueron víctimas Ramón Alfredo Olivera, de su padre Pedro y de Verónica Matta.
Olivera denunció que él y su padre fueron detenidos ilegalmente por Milani en 1977 y que fueron sometidos a castigos, mientras Verónica Matta denunció que fue tomada cautiva en 1976.
El último viernes, Milani rompió el silencio y, en una entrevista con Radio Del Plata, negó las acusaciones en su contra por delitos de lesa humanidad.
"En los tres hechos que se me imputan no estuve físicamente en el lugar de los hechos, porque me encontraba en Tucumán", sostuvo el teniente general, quien denunció que es víctima de una "maraña mediática-judicial" con la que se intenta "colgarle el mote de represor y asesino". El ex jefe militar del kirchnerismo denunció que "hay un profundo hostigamiento" en su contra, "quizá con la intervención de algún organismo de inteligencia, de aquellos que ocuparon cargos relevantes del gobierno anterior".
Sobre estas expresiones, la abogada Reynoso consideró que "Milani debe presentarse a declarar en los tribunales para dar la cara ante la Justicia y decirle al juez todo lo que dijo en la radio, porque es lo que corresponde".
Frente a la decisión de Piedrabuena, organismos de derechos humanos marcharán mañana a los tribunales federales locales para expresar su descontento, según informó a este diario Graciela Ledo, la hermana del soldado Alberto Ledo, desaparecido en 1976 en Tucumán, en otra causa que tiene a Milani como imputado. "Esta decisión no es más que otra medida dilatoria planteada por los abogados de Milani que cuenta con la complicidad de la Justicia Federal y le permite ganar tiempo", denunció la dirigente riojana.
Reinoso dijo que "por alguna razón que no se puede entender, el juez Piedrabuena, que la semana pasada había decidido citar a Milani, ahora da marcha atrás en su postura".
El caso Ledo
La causa por crímenes contra los derechos humanos que más dolores de cabeza le genera a Milani es la que se tramita en la Justicia Federal de Tucumán por la desaparición del soldado riojano Alberto Ledo.
El hecho ocurrió en junio de 1976, cuando el ex jefe del Ejército se encontraba en esa provincia norteña con el Batallón de Ingenieros de Construcciones 141 de La Rioja, donde Ledo cumplía con el servicio militar obligatorio. Milani fue el encargado de redactar el acta en la que se hizo figura a Ledo como desertor, cuando en realidad se trató de una desaparición forzosa.
Por este hecho, el fiscal federal tucumano, Carlos Brito, pidió en diciembre de 2014 la indagatoria del ex alto mando militar y lo imputó por los delitos de falsificación de documento público y encubrimiento.
En la entrevista que dio el viernes Milani también se despegó de estos hechos. "Yo no recuerdo haber intervenido en dicha acta, pero no descarto que la puedo haber hecho. He hecho decenas de actas de deserciones, puedo haber firmado 30 o 40. Si yo he hecho esta acta [sobre la de Ledo], fue una más, como tantas otras que hice", dijo Milani, que en ese entonces era subteniente en Tucumán. Y al instante señaló: "No tengo indicios de cómo el soldado Ledo desapareció".
Sin embargo, los organismos de derechos humanos sostienen que esos falsos sumarios de deserción fueron el ardid empleado por los militares para encubrir la desaparición de soldados durante la última dictadura.
Fuente: La Nación