
El director de Salud Mental y Adicciones, Sebastián Barrionuevo, advirtió sobre el crecimiento de embarazadas con consumo de cocaína y marihuana. También preocupa el inicio cada vez más temprano en el consumo de sustancias en adolescentes.
El Director General de Salud Mental y Adicciones de la provincia, Sebastián Barrionuevo, encendió una señal de alarma al revelar que “se multiplicó la cantidad de embarazadas a punto de dar a luz con laboratorios positivos para cocaína y marihuana”. La advertencia fue realizada durante una entrevista con Radio La Red, donde además trazó un diagnóstico complejo del estado actual de las adicciones en la provincia.
El dato más preocupante proviene del Hospital de la Madre y el Niño, donde se registró un crecimiento exponencial de embarazadas con consumo activo de sustancias psicoactivas. Según el funcionario, este fenómeno representa una amenaza grave tanto para la salud materna como para la del recién nacido.
“El consumo problemático no distingue clase social”, explicó Barrionuevo, y detalló que el sistema público de salud se encuentra con una demanda muy alta. A esto se suma otra preocupación clave: la edad de inicio en el consumo de drogas es cada vez más baja. “Hace 10 o 15 años, los chicos comenzaban a consumir a los 14 o 15 años. Hoy ese número es mucho más bajo, y eso es una de las cuestiones que más nos preocupa”, aseguró.
Políticas actuales en materia de adicciones
Desde junio del año pasado, la provincia trabaja con una mesa interinstitucional en la que participan distintas áreas del gobierno, actores sociales y privados. El objetivo es coordinar esfuerzos para prevenir y tratar los consumos problemáticos.
Barrionuevo destacó que se vienen realizando actividades preventivas especialmente dirigidas a jóvenes, como las llevadas a cabo en el marco del Último Primer Día (UPD), además de acciones relacionadas con internaciones y tratamientos ambulatorios.
“El trabajo es integral. No se trata solo de salud, sino de una articulación con educación, seguridad, justicia y desarrollo social. La complejidad del tema exige respuestas desde múltiples frentes”, subrayó.
Consultado sobre los casos de personas detenidas con consumos problemáticos, Barrionuevo reconoció que se trata de una situación compleja y con antecedentes estructurales. “El abordaje depende de cada caso. Hay dispositivos que pueden acompañar, pero no todos transitan el proceso de la misma manera”, explicó.