
El pasado domingo, la Avenida Circunvalación de La Rioja fue escenario de un episodio caótico cuando un grupo de motociclistas circuló en contramano en el último tramo de la arteria. El hecho fue registrado en video por una conductora que viajaba junto a sus hijas hacia Sanagasta.
«De repente veo que se me vienen encima cantidades de motos. No puedo ni contabilizarlas, porque venían de ambos lados. Me encaraban, me hacían zigzag para que tratara de esquivarlas. Golpeaban los vidrios y mis nenas atrás me preguntaban, ‘¿Por qué nos chocan, mamá?’. Fueron minutos caóticos y violentos», relató la mujer en declaraciones a Radio La Red.
Tras el incidente, la Policía logró detener a tres personas, entre ellas un menor de edad que fue liberado, mientras que los otros dos continúan alojados en la Alcaidía desde el fin de semana por contravención.
El ministro de Seguridad, Justicia y Derechos Humanos, Miguel Zárate, se refirió a lo ocurrido y aseguró que estas situaciones «no son propias de La Rioja, sino que son fenómenos que se están dando en provincias del norte del país, no solo en la nuestra». Además, destacó que ese mismo día se realizaba un operativo de seguridad vial con controles de rutina y un seguimiento específico de este tipo de actividades.
«Producto de estos controles, este grupo de personas decidió escapar conduciendo en contramano. A partir de allí, se procedió al secuestro de varios vehículos y la detención de tres personas, dos de ellas mayores de edad, quienes permanecen en la Alcaidía», explicó Zárate.
Sobre la responsabilidad de estos hechos, el ministro fue tajante: «No creo que haya una responsabilidad compartida. La conducta en la vía pública es responsabilidad de los conductores. La Policía realiza controles y, en caso de detectar una infracción, se procede a la detención. Es una situación delicada porque circulan en contramano, se pasan semáforos en rojo y una persecución podría generar daños mayores».
El funcionario también desmintió que haya una orden de «no persecución» a motociclistas y aseguró que las fuerzas de seguridad están instruidas para aplicar las leyes vigentes. «Se realiza un seguimiento razonable para evitar accidentes. Todo motociclista que circule de manera peligrosa y ponga en riesgo a terceros será detenido y su vehículo secuestrado», afirmó.
Por último, Zárate mencionó que este tipo de movilizaciones se han convertido en un fenómeno urbano que se replica en distintas provincias del norte del país, donde «cientos y miles de jóvenes se autoconvocan para circular en grupos numerosos».