En por medio una “Carta abierta la comunidad de La Rioja”, trabajadores del Hospital Escuela y de Clínicas Virgen María de Fátima volvieron a reclamar por su estabilidad laboral. Solicitan al rector Daniel Quiroga “cumpla lo dispuesto por la Justicia Federal a cargo del Sr Juez, Dr. Daniel Herrera Piedrabuena y garantice el pago de salarios que se resuelva de manera definitiva la situación laboral, la Vicerrectora, Decanos, Decanas, Consiliarios, Consiliarias del Consejo Superior que “dejen de hacer oídos sordos y busquen una solución urgente y revoquen los actos administrativos que violentan nuestros derechos”. También el pide el respaldo y garantías al gremio mayoritario SIDIUNLaR y de ASDIUP y la intervención CONADU.
“Desde la inauguración del Hospital Escuela y de Clínicas Virgen María de Fátima (2007), quienes ingresamos a trabajar, lo hicimos con diferentes cargos docentes consolidados y, en el año 2018, en un intento de mejorar nuestros salarios, darnos seguridad y estabilidad laboral se firman paritarias, resolviendo en ese entonces pasar a tener un cargo docente JTP Simple (Jefe de Trabajos Prácticos) y un adicional a ese cargo docente para unificarnos por agrupamiento (médicos, licenciados y enfermeros) bajo el ítem docente asistencial, el cual figura en nuestros recibos de sueldos como Adicional Docente Asistencial y equivale a un cargo docente real. A este adicional se le realizan aportes jubilatorios, y se adiciona antigüedad”, explican en la carta y agregan que “el 30 de abril el rector Daniel Quiroga, la secretaria Legal y Técnica, Malvina Vilte y el secretario Administrativo-Financiero, Rodrigo Ávila, decidieron unilateralmente recortar el sueldo sin notificarlos de manera anticipada, argumentando que son los responsables del déficit de la universidad, recibiendo la noticia de manera informal que no se continuaría liquidando este “adicional asistencial”, lo que corroboramos al visualizar nuestros recibos de haberes representando este ítem en la mayoría de los casos, un equivalente al 80 % del sueldo”.
Recuerdan que el Rector de la UNLaR, con la idea de “regularizar la situación laboral” de los empleados del hospital, convoco a paritarias por separado de los estamentos docentes y no docentes, en esta última sin permitir la participación de ningún representante de los profesionales afectados ni otro gremio que no sea ATUR, obligándolos a aceptar un cargo “no docente categoría 7, sin antigüedad, con incompatibilidad de cargos”.
“Aceptar este cargo implica cambiarnos de estamento docente al no docente, renunciar a nuestra antigüedad, en algunos casos de 17 años, a otro cargo docente si lo tuviera o puesto laboral en otra repartición, exigiendo una exclusividad que no se paga. Con esta acción, la patronal pretendía que todo el personal del hospital cumpla las mismas funciones con un salario inferior, sin antigüedad y sin posibilidad de tener otros trabajos quedando, así, en desventaja perdiendo derechos adquiridos” y denuncian que “un grupo de empleados aceptaron tales condiciones y son quienes no asisten al nosocomio, no tienen registro de pacientes hace mucho tiempo pero cobran su sueldo mensualmente; otros compañeros por aprietes, amenazas y temor a perder su fuente laboral aceptaron esta única propuesta conscientes de perder años de antigüedad y percibir un salario menor”. “Otro grupo de trabajadores, docentes del Hospital, optamos por no aceptar esas condiciones”, afirmaron.
CARTA ABIERTA