El sector de la construcción continúa siendo impactado por la paralización de la obra pública y la fuerte caída de la actividad del sector privado. Así, ya acumula casi 5 meses con las cifras en baja, y no hay indicios de que vaya a mejorar a la brevedad.
“Es desesperante la situación”, aseguró en Radio La Red Pablo Chamía, uno de los dos distribuidores exclusivos de la empresa Loma Negra en Argentina.
“La parte privada está atada necesariamente a la obra pública del Estado, porque la cadena de consumo de cemento es así. Al no tener obra pública, nos pegó muy mal en todo el segmento de la construcción. Bajó un 45% la venta del cemento y no veo que vaya a subir”, manifestó Chamía con preocupación.
Con este dato, es importante destacar que de alguna manera el ‘motor’ de la construcción es el cemento, por lo que si cae su venta, otros rubros, como el de ferretería, seguramente se ven afectados aún más.
Para Chamía, este momento es incluso más preocupante que en la Pandemia, donde todo se vio paralizado. “En medio de la pandemia, ni siquiera pensamos en dejar un empleado afuera, la peleamos juntos, pero esta situación es peor. Es una situación donde nos quedamos casi paralizados, nada más que no estamos encerrados por la cuarentena. Es inviable”, remarcó.
En este contexto, su postura es clara: “La única solución es que reactiven la obra pública y que se invierta allí, en terminar la sobras que se paralizaron y en proyectos nuevos. No hay otra salida que no sea esa”.