Zárate declaró en el juicio oral y público en el marco de la megacausa La Perla por crímenes de lesa humanidad cometidos en ese centro clandestino de detención durante la última dictadura cívico militar, en relación con el secuestro de Suffi ocurrido en la madrugada del 10 de julio de 1978 en su casa en el pueblito de El Volcán, Jujuy, desde donde fue trasladado a Córdoba.
La testigo relató que se enteró por una persona que vendía sepelios que el cuerpo de su esposo estaba en la morgue del hospital San Roque de la ciudad de Córdoba. Zárate dijo que cuando lo vio el cuerpo estaba "desfigurado, con cortaduras y partes cosidas, y que había varios cuerpos más en el mismo estado.
Relató que su esposo era empleado de Fiat, delegado en el gremio Sitrac Sitram, y que sufrían allanamientos y persecuciones. La testigo señaló que en una de esas persecuciones, en agosto de 1976 una noche "tipo dos de la mañana llegan dos Ford Falcon, se bajan, miran y se van…no había nadie en la casa".
"Al rato -añadió Zárate-, vuelven a la casa y se llevan todos los muebles, todas las cosas que habíamos conseguido con nuestro trabajo, cierran toda la casa, rocían todo con gasoil y tiran una bomba molotov".
Agregó que su padre llegó hasta el lugar "porque los vecinos le avisan que en un camión del Ejército se había llevado todo, y cuando entra mi padre explota todo".
Záqrate indicó que si bien Suffi se fue a trabajar a Jujuy, ella se quedó con su hijo y no dejó de sufrir agresiones y persecuciones: "Yo iba a dar clases y mi hijo se quedaba en la casa de mi suegro, si yo no volvía, era porque me habían llevado al D2 (Departamento de Informaciones de la policía de Córdoba); allí me mostraban fotos de gente para ver si yo los conocía y me largaban otra vez".
Zárate recordó que tiempo después que Suffi se fuera a trabajar a Pichanal ella y su hija se fueron con él, y de allí todos se trasladan a al pueblito de El Volcan en Jujuy, y fue de allí que lo secuestraron y lo llevaron.
Otro testimonio fue el brindado por María Cristina Zimmermann, en relación al secuestro de su esposo Carlos Roque García Muñoz, ocurrido en la madrugada del 22 de Junio de 1976, de su casa en Barrio Iponá de la ciudad de Córdoba y aún permanece en condición de desaparecido.
Relató que el secuestro se produjo cuando un grupo de personas entraron a su casa donde estaba ella con su esposo y su hijo. "Fue una entrada muy violenta y con un llamado compulsivo".
La testigo dijo que entonces preguntó adónde se llevaban a su esposo "y me dijeron a la jefatura de la Policía. Después hice averiguaciones y empezamos a recorrer las cárceles de Córdoba y del país, y nunca supe nada".
Finalmente, declaró Susana Guita, en relación con la causa Díaz que investiga la desaparición de la hija y el yerno de la titular de a filial Córdoba de Abuelas de Plaza de Mayo, Silvina Parodi y de Daniel Orozco, cuyo hijo fue apropiado.
Susana es psicóloga y trabajadora social y por su relación personal con Torres se enteró de la desaparición y el secuestro de Silvina y comenzó a hacer averiguaciones.
La testigo relató que conocía al médico de apellido Agrelo, quien en una oportunidad le afirmó que había atendido al bebé de Silvina.
Silvina Parodi y Daniel Orozco fueron secuestrados el 26 de marzo de 1976 en su casa de barrio Alta Córdoba. Permanecieron cautivos en el Centro Clandestino de Detención Torturas y Exterminio (CCDTyE) La Perla y aún figuran desaparecidos, en tanto que el hijo de ambos fue apropiado y es un de los nietos buscados por Abuelas de Plaza de Mayo.
Luego de escuchar los testimonios el Tribunal Oral Federal número 1 (TOF1), resolvió pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo martes.
Fuente: Télam