Las historias personales, en ocasiones, se convierten en una muy buen motivación como para intentar modificar algunos de los paradigmas preconcebidos y que suelen condicionar los roles dentro de una sociedad, muy especialmente en lo que respecta a la cuestión de género.
Este fue, precisamente, el punto de partida para la puesta en marcha de un emprendimiento riojano desarrollado por BulacioMartinez&Asoc y que, como tal, llegó a la instancia final del programa Naves Federal que Banco Macro junto al IAE Business School realizan hace seis años en todo el país, buscando empoderar a los emprendedores y las PyMes que tienen por objetivo perfeccionar su modelo de negocio e innovar en su gestión.
A partir de allí, surgió Posibilitar+Inclusión, un proyecto que se conforma desde la interacción de cinco profesionales: Laura Bulacio, Laura Montero, Diego Marshall, Mariana Martínez y Pablo Martín, quienes decidieron dar inicio al desarrollo de Capacitaciones en Educación Financiera con herramientas de Inteligencia Emocional; este último, un factor innovador y que supone la búsqueda intrínseca del bienestar humano, a lo que se suma además y como base fundamental el rol de la mujer.
"Buscamos el factor emocional que atara a esto, y que explicara el por qué centrarnos en las mujeres. Fue así que llegamos hasta mi abuela materna, que enviudó joven y heredó un próspero negocio que no pudo manejar y terminó fundiéndolo y vendiéndolo por nada; por el género y por la época, no tuvo educación financiera ni emocional para poder transitar ese proceso", explica Laura Bulacio como una primera aproximación a la intención que persigue Posibilitar+Inclusión.
"Nosotros generamos un proyecto, una idea de negocios que justo coincidió con el inicio de un programa de la Universidad Austral con la Fundación del Banco Macro que se llama Naves. Nos inscribimos para trabajar sobre esa idea de negocio en este programa para emprendedores y llegamos a instancia de final federal" agrega Bulacio, quien detalla además que "en este proceso tenés un entrenamiento por parte de la Universidad, tenés profesores que van interactuando y plazos para ir presentando un resumen ejecutivo de un plan de negocio, números que fundamenten el proyecto, y fuimos sorteando cada una de esas instancias. La temática que trabajamos es sobre educación financiera y emocional para mujeres, y parte del trabajo es hacer un análisis del mercado y decidimos trabajar sobre las mujeres basados en estadísticas nacionales sobre la poca inserción financiera que tienen".
En este punto, Laura Montero, otra de las integrantes del proyecto señala que "para realizar las presentaciones que exigía Naves, era más fácil hacerlo sobre una muestra significativa, por eso lo acotamos a ese segmento, pero con proyección escalable a otras provincias y a su vez a poder incorporar a hombres más adelante en la muestra. Teníamos esta visión de poder generar más inclusión y posibilitar achicar brechas de no inclusión de las mujeres dentro del uso de instrumentos financieros; posibilitar que las mujeres puedan emprender y educarlas, pero desde lo emocional, que es un factor que generalmente no se ve en los cursos y que es determinante muchas veces".
Por otra parte, pero siempre agregando información sustancial para comprender el proyecto, Diego Marshall especifica: "nosotros nos basamos en las investigaciones de Yunus (Muhammad) sobre economía social de las mujeres, con la mujer como motor de cambio social. Esas investigaciones demostraron que las mujeres son mejores pagadoras en general porque hay una vinculación emocional en el objetivo que en realidad trasciende el mero hecho de emprender, sino también en el para qué emprender. Cuando vimos la posibilidad de acotar la muestra dijimos 'vamos por este lado' y nos sirvió algo inspirador en general, una historia personal de la familia de Laura Bulacio que nos ayudó también a ver, a buscar cómo podemos atar emocionalmente esto a un caso concreto de La Rioja. Nos pareció interesante cómo esta historia de uno de los miembros del grupo podía funcionar como disparador y poder trabajarlo".
Doble dimensión
Lo que entra a jugar en este sentido como eje del proyecto es una doble dimensión: la económica-financiera por un lado y la emocional por el otro. "No es necesario que todo el mundo emprenda, sino ver también cómo gestiono yo mis ingresos y mis egresos, cómo llego a fin de mes, no solamente con mi bolsillo, sino emocionalmente; trabajar esa doble dimensión" destaca Marshall.
Y sobre esto Montero agrega que "no hablamos solamente de los emprendedores, sino también del trabajador común dentro de la sociedad; el nivel de endeudamiento que tiene el individuo en esa incapacidad de poder trabajar y administrar adecuadamente sus ingresos, más en los últimos contextos económicos. El individuo tiene un nivel de endeudamiento en el que se entrampa y transita mucho hasta llegar a su edad de madurez en este círculo absolutamente vicioso. Para nosotros es fundamental que puedan acceder a educarse en esta cuestión; instrumentar una educación financiera para no llegar a esos niveles de endeudamiento y transitar además la educación emocional como dos instancias de conexión".
Es por eso que, de los datos aportados por los protagonistas, se desprende que el proyecto Posibilitar+Inclusión va mucho más allá del contexto local y que no sólo aplica una perspectiva emocional sobre el desarrollo financiero, sino que también busca abarcar una problemática común.
"En la Argentina, en Latinoamérica, la educación financiera en general no se da. Hay algunos proyectos de ley, por ejemplo en Misiones, que quieren empezar a trabajar desde el jardín de infantes con los niños y vinculan algunas, pero muy poquitas, herramientas de educación emocional porque es la forma en que pueden llegar a esos niños de tan poca edad, pero desde un punto de vista más financiero que emocional. Lo que nosotros planteamos es que si no trabajamos las dos aristas en conjunto queda chueca la mesa; desde ahí es que nosotros nos plantamos".
La mujer y los paradigmas
Si bien el proyecto Posibilitar+Inclusión tiene como objetivo -en esta primera instancia- ayudar a mujeres de entre 18 a 40 años de la provincia de La Rioja y de los diferentes sectores a adoptar una conducta responsable en relación al uso de sus ingresos y recursos financieros para promover una inclusión financiera, no es un dato menor la perspectiva emocional que tiene también a la mujer como protagonista excluyente.
En este marco, Soledad Martínez explica que "desde lo emocional vemos en la historia el tema de los paradigmas y cómo se iban tomando decisiones y cómo la mujer se quedaba o estaba educada de esa forma para no ser empresaria, para respetar cierto estatus y ciertas profesiones. Ahora va cambiando ese paradigma y es fundamental el rol de la mujer en esto; hay también nuevas conformaciones de familias que hacen que la mujer tenga un rol en donde no se queda en la misma posición, sino que sale a emprender, y poder acceder a un emprendimiento, a un ingreso la empodera no solo desde lo monetario, sino desde lo emocional también, con una autoestima más positiva para poder tomar decisiones".
Sobre el particular, Diego Marshall agrega además que "hay que ver a la mujer como palanca de la familia; lo que mostramos o lo que vemos en las encuestas es que si la mujer está bien, la familia está bien porque tiende siempre al equilibrio, y que si la mujer está emocionalmente equilibrada, posiblemente la familia también lo esté".
En el territorio
Respecto de la aplicación del proyecto en La Rioja, Marshall señala que "por un lado se puede hacer desde el ámbito privado, pero también es necesario un apoyo desde el ámbito público porque hay que cambiar cosas que están muy enraizadas. Es una forma de pensar; uno nace en el seno de una familia que ya está endeudada, entonces el niño replica lo que ve de sus padres".
Asimismo, Laura Montero remarca que "modificar una matriz cultural es muy difícil, pero sí se pueden ir haciendo pequeños cambios. Es bueno que antes de llegar a los 30 años las personas hayan tomado consciencia de la relevancia del no endeudarse, que está muy naturalizado. El nivel de incidencia que tiene esto; todo lo que afecta desde lo emocional, es muy profundo. Son dos canales de educación muy importantes que mejoran la calidad de vida del individuo y se pueden crear sociedades más saludables también desde esa perspectiva".
Respecto de la implementanción práctica del proyecto, Marshall explica que "se trata de talleres que están divididos en tres productos en uno: el primero es un taller de educación financiera básica con herramientas de educación emocional, el segundo es el desarrollo de un pequeño plan de negocio y el tercero es el acompañamiento del negocio en sí, del plan de negocio de cada individuo; ayudar a presentarlo. Todo esto se hace de manera virtual con las clases y el acompañamiento de tutores que son especialistas".
En este contexto de capacitación financiera y emocional, es importante resaltar que quienes integran el proyecto Posibilitar+Inclusión provienen de las ramas de la Psicología y las Ciencias Económicas, por lo que el trabajo se desarrolla con esos abordajes desde la coordinación, pero también con todos y cada uno de los docentes que acompañan esta propuesta y que son especialistas.
Proceso y continuidad
Tal como lo explicara Laura Bulacio al comienzo de la nota, el proceso de "construcción" de Posibilitar+Inclusión coincidió con la posibilidad de insertarlo en una competencia a nivel nacional que supuso un desarrollo "maratónico por los pazos".
En este sentido, Bulacio cuenta que "por eso también nos acotamos; empezamos por la ciudad, pero terminamos superando las 130 muestras. Lo trabajamos online y fueron muy interesantes los datos que pudimos recabar. En todo momento tratamos de ahondar las sensaciones que generan ciertos tipos de gastos y con qué instrumentos se realizan y se dispararon otras cosas a partir de esta primera muestra".
De igual manera, Marshall indicó que "lo hicimos también en relación a los niveles de estudios que haya alcanzado la persona y nos dimos cuenta de que personas que habían llegado a un nivel de estudio terciario o universitario lo mismo replicaban la respuesta de personas que habían alcanzado solo un nivel primario en esto de la educación financiera y emocional, y en la mayoría de los casos tenían el conocimiento financiero, pero no el emocional".
"A pesar de tener una formación en economía o ciencias económicas, en la pregunta sobre en qué habían invertido había un claro desconocimiento", aporta Soledad Martínez, a modo de señalar alguna de las conclusiones a las que lograron arribar.
Toda esa información, por caso, le permite al grupo plantearse una continuidad en el tiempo y más allá del programa Naves Federal. "Nos dimos cuenta cuando hicimos todo el estudio económico financiero que era muy rentable y que podríamos hacerlo nosotros por nuestra cuenta. La idea es continuarlo, seguir desarrollándolo", asegura Diego Marshall, quien hace hincapié también en las ventajas que otorga la virtualidad a la hora de llegar a más personas.
No obstante, aclara que la modalidad es doble: "virtual y presencial, cuando pase todo esto (pandemia). Estamos planteando ambas versiones o modalidades y estamos trabajando en asociación con distintas entidades, tanto públicas como privadas para poder lanzar este proyecto".
"Estamos en la etapa de habilitaciones, de inscripciones que por ahí va a ser un poco más lento por la pandemia, pero vamos a seguir desarrollando el producto ya mucho más amplio y no acotado como lo fue para Naves", remarca Laura Bulacio y agrega: "buscamos rentabilidad, pero también inclusión. En esa etapa estamos, para que el proyecto pueda llegar a un precio accesible y que sea realmente inclusivo".
El factor emoción al emprender
Respecto de este punto, que constituye un eje innovador dentro del proyecto, cada uno de los integrantes de Posibilitar+Inclusión brindó su punto de vista. Para Laura Montero, "emprender en todos los estadíos es una actividad de riesgo; por eso es importante lo emocional para la toma de decisión respecto de tu negocio", en tanto que para Soledad Martínez "es importante para un autoconocimiento, para saber cómo reacciono ante el miedo, ante el riesgo, cuando tengo que tomar una decisión; y también para la construcción de hábitos, cuestión que va muy de la mano de lo financiero". Sobre este punto, Diego Marshall señaló que "muchas veces los emprendedores tienen muy buenas ideas y van y la presentan y le dan el préstamo, pero luego no saben qué hacer con ese préstamo. Este es el acompañamiento que queremos hacer nosotros, para que la persona entienda lo que está haciendo, en qué invertir y en qué no invertir, dónde poner el dinero para poder seguir financiando y crecer", mientras que Laura Bulacio concluyó que "de alguna manera es encontrar la manera de trabajar con la posibilidad del fracaso, que no es la muerte de nadie y es una práctica que se debe hacer".
Los nombres detrás de un proyecto con visión de futuro
Laura del Valle Bulacio: Lic. en Administración de Empresas (Universidad Nacional de La Rioja), Coach Ontológico Profesional. Consultora a cargo de la comisión de capacitación y formación de la CER (Cámara Empresarial Riojana). 17 años de gerencia en Diario Nueva Rioja. Función en el proyecto: Dirección general
– Laura Montero: Lic. en Administración, enfocada en la planificación estratégica de la comercialización de negocios, con varios años de experiencia en asesoramiento y capacitación a diversos emprendedores (turismo, servicios, producción) Con una formación en PNL, docente universitaria desde hace 10 años. Doctorando en Ciencias Políticas y desarrollo regional UNC. Función en el proyecto: Dirección de Desarrollo de negocios.
– Diego Martín Marshall: Contador Público Nacional (Universidad Nacional de Córdoba), Coach Ontológico Profesional. 10 años ejerciendo como Director Ejecutivo de la formación en Coaching Ontológico Profesional, Neurociencias e Inteligencia Emocional dependiente de la Facultad de Cs Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba. MBA Universidad Siglo 21- Profesor Universitario en Ciencias Contables UMAZA. Doctorando en Educación. Especialista en gestión tecnológica UBP. Función en el proyecto: Dirección académica / consultor.
– Mariana Soledad Martínez: Lic en Psicología Organizacional (Universidad Nacional de La Rioja), Coach Ontológico Profesional, docente, consultora. Consultora a cargo de la comisión de capacitación y formación de la CER (Cámara Empresarial Riojana). Función en el proyecto: Dirección académica.
– Roberto Pablo Martín: Contador Público Nacional (universidad Nacional de La Rioja), Técnico en Cooperativismo (Universidad Nacional de La Plata). 17 años de experiencia en docencia Universitaria. Función en el proyecto: Dirección contable administrativo.
Fuente: Diario Nueva Rioja