
Una multitudinaria pelea clandestina, organizada a través de redes sociales y protagonizada por más de 150 jóvenes, sacudió el fin de semana al barrio Emeli Bestani, en la zona sur de la capital riojana. El episodio, que generó alarma entre los vecinos y se viralizó rápidamente en redes sociales, fue desactivado por un operativo policial que actuó con rapidez y logró controlar la situación sin mayores consecuencias.
Según confirmó la Policía, el encuentro tuvo lugar en una vivienda particular, donde adolescentes y jóvenes se habrían reunido para participar o presenciar enfrentamientos físicos convocados de manera informal. Como resultado del operativo, la propietaria de la casa fue imputada por contravención, aunque no fue alojada en la alcaidía debido a una condición médica. La Justicia, en tanto, determinó que el hecho no configuraba un delito penal.
El ministro de Seguridad, Miguel Zárate, expresó su preocupación ante lo ocurrido y advirtió que se trata de una manifestación visible de un problema más profundo: “Lo que nos preocupa es el deterioro del tejido social, la falta de diálogo en las familias, el abandono de valores de convivencia”, afirmó en diálogo con La Torre.
Durante el procedimiento, también se secuestraron varias motocicletas que no contaban con la documentación correspondiente y se labraron las actas respectivas.
Consultado sobre la posibilidad de que hechos similares estén ocurriendo en otros barrios, Zárate fue enfático: “No tenemos antecedentes de esta magnitud, aunque sí registramos esporádicos disturbios o peleas callejeras. Este caso nos obliga a reflexionar sobre qué está pasando con nuestros jóvenes y cómo los estamos acompañando como sociedad”.