Post- pademia

Estudiantes presentaron cuadros de ansiedad, angustia y miedo a la nueva vinculación

La Pandemia ha producido cambios en diversas áreas y la educación no estuvo ajena a ello. En este sentido, Martín Pereyra Especialista y Licenciado en psicopedagogía comentó que algunos comportamientos en los estudiantes se vieron modificados como consecuencia del confinamiento.

Sin embargo el especialista aseguró que “estos cambios son parte de esta nueva etapa, pero la virtualidad ha dejado más cosas positivas en las cuales hay que enfocarse y trabajar. La virtualidad  nos ha corrido de la figura del docente transmitiendo un contenido, hoy vemos que el estudiante puede aprender y acceder a más de un contenido explorando solo”.

Asimismo Pereyra, reconoció que “hoy tenemos estudiantes que han logrado ser más autónomos, más críticos, hay estudiantes que pudieron elegir en qué página podían encontrar el material que buscaban, discernir cuál es la página que les iba a dar la información correcta. Ellos tienen muy en claro que el docente les puede enseñar algo, pero que también ellos pueden aprender y profundizar aún más de lo que les han enseñado”.

“Se han generado comunidades de aprendizaje en donde el estudiante no solo ha aprendido lo curricular, lo planificado sino que en este tiempo fueron conociendo otras habilidades,  otros temas que nos solicitan para ser ciudadanos  digitales” dijo.

En cuanto al confinamiento, el profesional aseguró que “los estudiantes presentaron situaciones de miedo, miedo a la nueva vinculación como consecuencia de la post pandemia. El contacto con otros  era visto como una amenaza que podría afectar a su salud y la de sus familiares”.

“En este tiempo el estudiante se vio  obligado a nuevos modos de comunicación,  de afecto, de aceptación, de enojo que tienen que ver con las expresiones de los ojos, corporales, en donde la cara está reducida por el barbijo, pero que sin embargo guarda mucha información”, dijo Pereyra.

Asimismo señaló que “Todo eso es nuevo y nos está costando adaptarnos. Se presentaron muchos cuadros de ansiedad, angustia, desmotivación, alteración en la alimentación, en el descanso y dificultades para trabajar con el otro. Trabajar en términos presencial, de ese feedback que debe ser sincrónico, están más acostumbrados a lo asincrónico, es decir bueno te dejo este material para que lo leas y después coméntame, o te contesto cuando puedo”.

Además aseguró que “esto hay que tratarlo con mucha flexibilidad cognitiva, en donde se puede entender que la incertidumbre es parte de estos tiempos, y debemos prepararnos contantemente para eso, hoy estamos en una presencialidad  plena, pero no se descarta una vuelta a la bimodalidad si los casos se disparan. No debemos cerrarnos ni atarnos a una sola estrategia educativa, no solo para los estudiantes sino también para los adultos. Siempre tenemos que estar preparados, organizados, tener herramientas y recursos para afrontar cualquier otra situación”.

“Para ellos es importante tomar todo aquello positivo que lo virtual nos ha proporcionado y eso es un gran desafío de las escuelas de seguir combinando lo sincrónico con lo asincrónico, lo digital con lo presencial concreto porque de esa manera el estudiante va ir explorando lo virtual, esto le va a permitir que cuando aparezcan escenarios nuevos se van adaptar más rápido” agregó el especialista.

Del mismo modo remarcó que “los docentes deben trabajar con estos estudiantes con mucha empatía, los docentes también sufrieron el encierro, entender que esta etapa es totalmente diferente a otra que hayamos vivido, es necesario que vuelvan hacer diagnósticos tratar de ver qué han aprendido durante la virtualidad y a partir de ahí volver a enseñar. Sería muy ingenuo continuar enseñando pensando que durante la virtualidad todos han aprendido lo mismo de la misma manera y que fue exitoso en todos sus aspectos, porque eso es poner al alumno en un riesgo de  tener que aprender algo de una manera que no puede, o que tenga que dar por aprendido algo cuando ese estudiante  estuvo con desvinculación por diversos motivos”.

Equipos Interdisciplinarios en las escuelas

Pereyra forma parte del Equipo Interdisciplinario que funciona en el Colegio Provincial N° 2 que a su vez comprende y acompaña a  diversos colegios de la zona. En este sentido, el Psicopedagogo  explicó que “nuestro  Equipo Interdisciplinario de Orientación y Apoyo a las Trayectorias escolares, tiene como tarea acompañar a los estudiantes en su cursado del nivel secundario a partir de las realidades que van surgiendo. En cuestiones cognitivas, emocionales, socioeconómicas, de aprendizaje curricular que van apareciendo como barreras y que tal vez puede ser un impedimento en el egreso dele estudiante”.

“En esos momentos intervenimos, el equipo acompaña esta trayectoria de manera sistémica trabajando con profesionales específicos que trabajen dentro y  fuera de la escuela. Realizamos evaluaciones y promovemos el desarrollo integral, es decir que el alumno  no sólo aprenda sino que pueda desarrollarse como persona” sumó.

En tanto resaltó que “la virtualidad nos ha llevado a pensar los marcos disciplinares y en nuevos formatos de vinculación con los alumnos y con todos los actores directos de la escuela. La mediación con la tecnología fue central en lo que fue continuar vinculados pero no  en un encuadre específico que era ir al aula y observarlos sino activar los grupos de whatsapp, generar videollamadas, realizar talleres virtuales, ingresa a las redes de los colegios con orientaciones, con menajes motivadores, brindando pautas a las familias para que puedan acompañar a sus hijos transitar estos momentos”.

La adolescencia y la escuela

Al ser consultado de cómo los adolescentes transitaron esta situación el especialista comentó quela adolescencia es una etapa crucial para los adultos, porque no son ni niños ni adultos, entonces entra en juego qué es lo que permito desde la responsabilidad, en donde lo dejo solo y se replantea en dónde debo estar como papá. En ese marco, había estudiantes que teniendo conectividad, computadora no participaban de las clases virtuales porque no estaba el papá ahí monitoreando que el estudiante se conecte”.

“El alumno se encontraba  en  soledad, ya no estaba el preceptor que lo buscaba por la escuela para llevarlo al aula, entonces teníamos esas situaciones en donde se perdieron algunas experiencias que se podrían haber sostenido. Pero también tenemos aquellos alumnos que durante todo este tiempo lograron adquirir otras habilidades y capacidades autónomas”, sumó.

En este sentido, el especialista dijo que “nuestro desafío ahí  era encontrar el punto intermedio, de involucrarnos con los padres. A veces se piensa que el adolescente no necesita de la familia que lo guie o lo oriente y no es así, nosotros llamamos constantemente para involucrarlos en la situación de sus hijos, por ahí nos contestan él o ella ya es grande, que se atienda sola y en realidad estos estudiantes están en formación, se están preparando para tomar decisiones y es ahí en donde la familia debe estar presente para acompañar.

“Los adolescentes ya estaban vinculados con la tecnología con el mundo virtual antes de la pandemia, estaban alfabetizados digitalmente pero el desafío de ellos fue poder re educarse en usar a la virtualidad para aprender contendidos curriculares y en poder sostener la atención, indicó el Psicopedagogo.

“La virtualidad ha dejado muchos aspectos positivos principalmente en términos de comunicación, pudieron elaborar mejor sus mensajes, en valorar las palabras, ortografía, redacción, se ha valorado mucho más los videos, los audios, los recursos audiovisuales para aprender. Y es esto lo que debe quedarse en la educación, sostuvo.

Al finalizar, Pereyra manifestó que “La virtualidad ha beneficiado también a aquellos chicos que tienen ritmos más lentos de aprendizaje o que tienen otros estilos más visuales entonces podían visitar esas clases que quedaron grabadas o anticiparse de esa información para poder comprender mejor”.