Independiente
volvió a sonreír en Avellaneda: le ganó 1-0 a Boca Juniors por la fecha 22 del
torneo de la Liga Profesional de Fútbol. El gol lo anotó Carlos Benavídez en un
primer tiempo de mucho vértigo. El Rojo fue más efectivo que su rival, que tuvo
un interesante rendimiento en dicha etapa a pesar de los 7 cambios que
presentó, pero luego sufrió la falta de profundidad para traducir en llegadas
el dominio territorial.
Así, los de
Falcioni alcanzaron los 54 puntos en la tabla anual y se afianzaron en puestos
de clasificación a la próxima Copa Sudamericana. Pero aún sueñan con llegar a
la Libertadores, dado que matemáticamente retienen chances. El Xeneize, en
tanto, padeció doble el tropiezo, porque quedó fuera de la zona de acceso al
máximo torneo continental 2022.
Con la catarata
de modificaciones que propuso, el Boca de Battaglia buscó ser prolijo desde la
salida, ganar manejo con su tridente de volantes de buen pie y no dar
referencias con sus tres atacantes (ninguno de ellos, un 9 clásico). Así, por
momentos, manejó más el balón, pero sin tanta profundidad, salvo cuando
intervino Eduardo Salvio, en el rol de mediapunta. Así, a los 10 minutos, una
buena jugada colectiva derivó en el citado Toto, que bajó de cabeza y encontró
a Pavón por el medio, quien remató con destino de gol y se topó con un defensor
que lo bloqueó.
El Rojo enfocó
más sus ataques por la derecha y abrió el score a partir de un centro. A los
19′, en una segunda acción tras balón parado, Velasco envió un centro preciso
que el reaparecido Carlangas Benavídez, de palomita, enterró en la red.
Por la misma vía,
los de Falcioni pudieron ampliar la diferencia a los 33, con una arremetida de
Insaurralde que conjuró Rossi. Pero a partir de allí fue todo auriazul, que
contó con un puñado de oportunidades para igualar.
A los 34,
Advíncula desbordó y cruzó el centro para la aparición por el lado opuesto del
otro lateral, Sandez, que desvió su intento por arriba del travesaño. A los 38,
el tiro rasante de Varela fue rechazado al córner por Sosa. A los 38, Briasco
se vio favorecido por un rebote dentro del área, pero no le acertó al arco. Y,
luego, a los 40′, el guardameta uruguayo volvió a lucirse ante Salvio.
El segundo tiempo
careció del ritmo de la etapa inicial. Boca monopolizó la pelota, pero sin
chispa, mientras que Independiente amenazó cada vez que Velasco apareció. Pero
prácticamente jugaron sin arcos. Prueba de ello, el primer tiro con cierto
peligro llegó a los 23 minutos, tras una patriada de Lisandro López. De hecho,
de sus 16 remates al arco en el cotejo, apenas tres fueron en el complemento.
Battaglia apostó
por el ingreso de un 9 clásico como Luis Vázquez en lugar de Pavón (que salió
enojado) y, ya en los últimos 15, soltó en el campo a Ramírez, Fabra, Cardona y
Villa; el grueso de los habituales titulares a los que preservó.
Pero a los 36 el
partido se le complicó aún más al Xeneize por la expulsión de Izquierdoz, quien
le aplicó un inexplicable codazo a Velasco. Tuvo su chance dos minutos después,
con el desborde de Villa y el lance cruzado de Vázquez, quien no llegó a
conectar de lleno por la férrea marca de Barreto.
Los seis minutos
de descuento no le alcanzaron a Boca para alcanzar la parda, más allá de
terminar con Licha López como ariete. El clásico no premió su ambición y le
cobró cierto candor a la hora de marcar la pelota parada. Independiente, con
sus métodos y algunos valores en alto nivel (Domingo Blanco, Velasco,
Benavídez, Sosa) se quedó con todo. Y sigue soñando con volver a la
Libertadores.
Fuente: Infobae.