La Orquesta comunitaria “Enrique Angelleli”, una banda de los barrios que emocionó y vibró en el majestuoso Talampaya

El sábado último, la Orquesta Moneseñor Angelleli se presentó en el Talampaya en el marco de celebrarse el mes de los Parques Nacionales. En este sentido Monchi Navarro, director de la Orquesta en dialogó con La Red y brindó detalles de esa participación.

“Fue una experiencia hermosa la que vivimos en el Talampaya, en varios aspectos, primero por ir  a tocar y hacer música en ese lugar y por otro el volver al ruedo con los chicos, volver a viajar después de la pandemia” aseguró Navarro.

Asimismo detalló que “los directivos del lugar nos dijeron que es la primera vez en la historia que una orquesta de niños  toca en el Talampaya y eso no llenó de orgullo,  fue muy emocionante. La invitación llegó por la celebración del día de los Parques Nacionales y se hacía una propuesta a nivel nacional y era sincronizada, en donde cada parque hacia su presentación de manera simultánea, y se transmitía en la misma hora”.

En tanto Navarro destacó que “preparamos una propuesta de una hora y media,  con música de autores de Latinoamérica, realizamos canciones de la orquesta como así también cantores y compositores de nuestro continente”.

La Orquesta Comunitaria Enrique Angelelli comenzó en el año 2010, la misma tiene una impronta latinoamericanista, una orquesta como la sinfónica, pero con instrumentos relacionados con nuestra raíz americana, como el siku, la quena y el charango.

“La orquesta actualmente está compuesta por aproximadamente 50 alumnos de diversas edades entre 6 años hasta 24 años. La Orquesta está terminando su aniversario N° 12, la cual tienen un propósito artístico, musical y social muy importante tratando de entender la música como una flor de poder ver la vida con una esperanza más sólida en donde las realidades son  mucho más complejas”, agregó.

“Empezamos a crecer y tenemos dentro del equipo ahora docentes, que fueron alumnos anteriormente, gente que se ha formado en la orquesta y hoy son colegas lo cual nos llena de felicidad, orgullo y nos da fuerzas para seguir hacia adelante”, dijo.  

“El arte es un viento que sopla  para hacernos mejor la vida y la orquesta tiene esa finalidad, son chicos que viven realidades muy duras y verlos emocionarse en el Talampaya  la verdad que a nosotros también nos conmueve. Fue  algo mágico volver a hacer música en medio de ese cañón, con la majestuosidad de ese lugar. Hubo un momento en donde se acercaron los cóndores en el concierto y fue una maravilla.

Al ser consultado sobre cómo vivieron el tiempo de la pandemia Navarro dijo que “a  nosotros la pandemia nos golpeó bastante fuerte en las familias de la orquesta, hemos sufrido pérdidas por COVID incluso el no podernos juntar a ensayar, pero siempre estuvimos en contacto permanente desde lo social, desde lo humano”.

La orquesta de los barrios con un profundo sentido social

Así lo describió Navarro y resaltó que “esta orquesta comenzó en la zona Este, la zona de Las Parcelas, del barrio Virgen del Valle, barrio Argentino y nuestros estudiantes son de todos esos barrios. Esta banda empezó con un deseo de poder transformar la tristeza en música, tratar de modificar un poco la vida de estos chicos, en zonas en donde la vida los han golpeado con muchas necesidades no cubiertas”.
“A partir de eso empezamos a construir este proyecto, a extender los brazos y darle esta posibilidad a los estudiantes. Y las semillas fueron floreciendo, ellos encontraron en la música una salida a sus dificultades, una carrera, una salida laboral concreta” aseguró el referente de la banda.
“Sólo puedo decirles a todo este equipo un gracias inmenso a todos los que permitieron que nosotros lleguemos a estar presente en ese lugar, a quienes confiaron en nuestra propuesta como así también a las familias de nuestros alumnos que siempre nos acompañan”, sumó.
Además destacó que “nuestros alumnos son nuestras semillas de esperanza que nos hacen ver las cosas con los ojos de lo posible, son nuestra inspiración  y vamos a estar acompañándolos siempre con ternura, amor y pasión por lo que nos gusta hacer como lo es la música. Esto es un andar colectivo, es un andar del brazo  y lograr que estos chicos viajen y muestren su música es un hecho de justicia”.

Colecta 

Todo lo que hace y tienen esta orquesta es resultado de un trabajo a pulmón que realizan las familias que acompañan a los estudiantes. En este sentido Navarro puntualizó que “en este momento junto a las familias de la orquesta estamos trabajando en una rifa, que se está haciendo para reunir dinero y comprar unas remeras”.
“También estamos planificando un concierto  de fin de año,  ya estamos trabajando duro para cumplir esos logros y  estamos trabajando para construir nuestro espacio, tenemos el terreno  pero debemos conseguir el resto para poder edificar y tener nuestro techo para el pleno funcionamiento de esta banda”, explicó. 

Al finalizar sostuvo que “tenemos ese proyecto que para nosotros es muy importante porque nos va a permitir seguir creciendo.  La Orquesta lleva por nombre Monseñor Angelelli que para nosotros es nuestro faro, es una luz que nos impulsa, no solo por su rol religioso sino por su gran atención y dedicación por la construcción colectiva, entendiendo que si alguno la está pasando mal, no hay forma de salir adelante sin hacerlo de manera colectiva, junto con el otro. Buscando una vida más justa y equitativa, seguimos su pasos por los que menos tienen y para nosotros también es un orgullo poder llevar su nombre en nuestro pecho”, concluyó Navarro.