Si la consulta es si le dificulta su condición realizar esta tarea, la respuesta es que para Einar no existen los imposibles, si le cuesta algo lo intenta y lo vuelve a intentar hasta lograrlo. Fue así como este joven logró creer en sí mismo para poder cumplir su sueño de tener su propia barbería.
“Desde que era chico me gustaba jugar a cortar el pelo, siempre me gustó ese rubro. Comencé practicando con el cabello de mis amigos y pensaba cómo lo lograría, cómo podría agarrar las tijeras o las máquinas, tenía que pensar en todo. Mis amigos fueron los que me acompañaron, recuerdo cortarles el pelo en la vereda de la casa de mi abuela” comentó Einar.
Del mismo modo recordó que “con mis amigos, sacábamos un alargue a la vereda de la casa y con una maquinita Phillips empecé a practicar. Yo sabía que era lo que me gustaba, pero lamentablemente no me generaba ingresos así que tuve que buscar otro trabajo, pero siempre tenía ese deseo de retomar, y pensaba que no me podía ganar el no poder hacerlo”.
“Yo nací sin el brazo, no sabría darles una explicación del porqué, pero yo siempre entendí que esto no iba a ser fácil, pero dependía de mi todo lo que pueda llegar hacer. Veía a una persona barrer y por mi mente pasaba cómo podría yo hacer eso, dónde iba a colocar el palo de la escoba y cómo lo lograría y así practicaba con todo hasta que lo hacía” expresó.
En tanto, aseguró que “todos me destacan la fuerza de voluntad para hacer las cosas, y la verdad que yo no me doy cuenta de eso, yo solo me propongo algo y me doy vuelta hasta lograrlo. Nunca me que quedo con qué no puedo”.
“La barbería se encuentra en Chamical y se van a encontrar con todo tipo de cortes, modernos, clásicos, los que quieran porque me perfeccioné y se hacer todos. Está ubicada en el barrio Ángel Vicente Peñaloza, calle Felipe Varela, casa N° 3” describió Ortíz.
“Durante la pandemia me perfeccioné, la verdad que durante ese tiempo hice de todo. Vendí unas heladeras para pagar mis capacitaciones, comprar máquinas de corte. Vendía empanadas, acero quirúrgico, ropa, vendía panchos, para poder estudiar y capacitarme, ver tutoriales, practicar, comprarme elementos hasta que logré obtenerlas” dijo.
Además mencionó que “Chamical es un pueblo con alma de ciudad, es decir todos me conocen y se hace correr la voz rápido, así que clientes siempre tengo. Hace unas semanas empecé y me está yendo bien, estoy con muchas expectativas de que esto continúe así”.
Al finalizar, el joven comentó que “Yo necesitaría una máquina de cortar pelo más grande que es más avanzada y profesional esa me ayudaría agilizar mejor mi trabajo, pero bueno con esfuerzo voy a lograr tenerla. Con mi condición un corte me llevaba su tiempo, pero a medida que fui practicando traté de ver la forma de lograr ser más ágil con el brazo, y hoy un corte lo hago en 20 minutos”.
