Imponentes paisajes en el cruce de la Expedición Zelada Dávila

La gesta sanmartiniana fue evocada por el Gobierno de La Rioja en otra edición histórica de la Expedición Auxiliadora Zelada – Dávila - Larrahona, en el Hito de Come Caballos.

La travesía se realizó en conjunto con la Cooperativa 4x4 de Villa Unión y los imponentes paisajes se llevaron todo el reconocimiento.

En esta XII° edición se busca, cómo en cada año, instalar en la escena nacional la revalorización de una gesta que involucró valentía y sagacidad hasta llegar a Copiapó. Una importante columna de expedicionarios formará parte de esta épica gesta, portando las banderas de Argentina, La Rioja y Chile, recordando así la proeza de los colaboradores del General San Martín, bajo un imponente escenario de cerros y montañas y los colores del silencio en cordillera riojana.

Un poco de Historia

El 12 de febrero 1817, la columna tomó Copiapó (Chile), la principal población norteña, y el puerto de Huasco, punto donde desembarcaban los realistas que bajaban del Alto Perú.

Desde la localidad riojana de Guandacol, partieron cerca de 350 milicianos, que demoraron dos días en transitar los 160 kilómetros que los separaban del refugio de Come Caballos.

Para concretar la liberación de Chile, José de San Martín planificó la organización de seis columnas. Las principales cruzaron por Uspallata (Mendoza) y por los Patos (San Juan). Las restantes, por otros pasos de Mendoza, San Juan y La Rioja.

A pesar de estar lejos del Camino Real y el puerto, La Rioja fue protagonista directa de la epopeya libertadora. De las mil ochocientas mulas con las que contaba la provincia en aquel entonces, novecientas se destinaron a la expedición. Además, de los cañones que se llevaron a la misión, una parte se fundió en la fábrica de pólvora de La Rioja, una de las dos que había en el país, la otra estaba en Córdoba.

La crónica histórica señala que Dávila y Zelada partieron desde Nonogasta junto a 150 hombres, a los que se sumaron 200 más, que concurrieron desde Los Llanos, enviados por Juan Facundo Quiroga; y los 12 del Ejército del Norte, aportados por Manuel Belgrano.

Los 350 milicianos carecían de preparación militar y entregaron su cuerpo a la misión. Salieron desde Guandacol y luego de cruzar la Cordillera de Los Andes se dividieron y tomaron sus objetivos de manera simultánea. Redujeron a la guardia realista en plena Cordillera, camino a Chile, y liberaron Copiapó.

El gobierno de Copiapó se conformó con vecinos del lugar al mando de Mateo Larrahona y Miguel Gallo fue elegido su gobernador.  La liberación de ambos puntos se logró sin una sola baja, ni disparar un solo tiro.