Día mundial de la masturbación

Autoestimulación: una práctica para conocerse y descubrirse

Cada 7 de mayo se celebra el Día de la Masturbación, y para conmemorar esta fecha, La Red dialogó con la sexóloga Analía Pereyra sobre la autoestimulación como práctica para conectar con nuestro cuerpo y sexualidad.

El autoplacer es una de las primeras prácticas sexuales que atraviesan las personas. Aparece en varones y mujeres en edades tempranas para el descubrimiento del cuerpo y el del despertar sexual. Y, aunque la sociedad haya puesto un velo y condenado a esta práctica, lo cierto es que acompaña a las personas durante toda su vida.

Cada 7 de mayo, desde 1995, se celebra el Día de la Masturbación. La fecha fue instaurada por un fabricante de juguetes sexuales que quiso homenajear a la pediatra Joycelin Elders, quien dijo en un discurso de la ONU que “el autoplacer y el descubrimiento sexual personal es algo propio de la sexualidad humana que debería ser enseñado en las escuelas”.

Para conmemorar esta fecha, Radio La Red dialogó con la psicopedagoga formada en sexología clínica, Analía Pereyra, para romper los tabúes que flotan en esta práctica.


La masturbación solía estar asociada a algo malo o prohibido que casi todo el mundo escondía. Muchos recordarán la necesidad insípida de masturbarse, pero el miedo a ser descubiertos obligaba a hacerlo escondidos, rápidamente y con el temor latente de ser descubierto.

Muchos especialistas en sexología afirman que esta práctica es sana y natural: “La autoestimulación es conectar con nuestro propio placer. Generalmente está referida a la zona genital, pero puede estar relacionada a muchas zonas de nuestro cuerpo”, precisó Pereyra.


La palabra como tal viene de turbar con la mano, asociándolo al varón o las personas con pene, son movimientos que tienen que ver con experimentar el placer manipulando el pene: “Los profesionales de la sexóloga usamos la palabra autoestimulación o autoplacer para quitar está connotación asociada al varón, y poder incluir también la mujer y las personas con vulva”, aclaró la especialista.

También, la sexóloga recomienda a las personas animarse a experimentar y explorar sus propios cuerpos con la utilización de objetos, juguetes sexuales y vibradores para no limitar solamente a usar las manos. En este sentido, invita a las personas a conocerse para saber qué les gusta y qué no.

 

Una práctica natural: comenzar a hablar del autoplacer

Durante mucho tiempo, la autoestimulación estuvo ligada a aspectos negativos. Antiguamente, cuando la ciencia estaba mediada por la religión, corría el mito de que la masturbación haría que las personas enloquezcan. Asociado al pecado, la práctica comenzó a esconderse y hasta prohibirse.

“Tocarse y sentir placer erótico en nuestros cuerpos era algo condenado. Solamente se tenía relaciones sexuales para reproducirse, en un modelo reproductivo de un pene ingresando a una vagina. No existía la posibilidad de tocarnos, practicarnos sexo oral o anal. Lo normal era lo reproductivo”, explicó la especialista, y agregó que “por eso me considero militante del placer. La masturbación tiene que ver con conectar con nuestro disfrute, hay que sacarle esta connotación negativa”.


 

ESI y masturbación: ¿Cómo hablar con las juventudes sobre el autoplacer?

Aunque en nuestra conciencia colectiva sigue circulando el imaginario negativo hacía la masturbación, Pereyra nota cierta liberación con respecto a las juventudes: “Siento una libertad más latente en las pibes y pibes jóvenes, que dicen y admiten tocarse, estimularse y explorarse. Se han animado lo que no nos animamos las personas de 30 y 40”.

La especialista cree necesario que en las escuelas se comience a hablar de estas prácticas, y naturalizar la autoestimulación como acto de descubrimiento y exploración corporal.


“Muchas veces la ESI se limita a explicar cómo se coloca un preservativo. Sin embargo, hoy los niños de 10 años, a través de sus teléfonos pueden llegar a la pornografía muy fácilmente”, explicó la sexóloga, y aclaró que “La pornografía es ficción, no necesariamente lo que se ve ahí es real, más allá de que puede o no provocar placer, son prácticas que no son reales y es necesario explicarles a los pibes eso para que no se eduquen solamente con la pornografía y no crean que el sexo es así”.

Por eso, es imprescindible que se comience a ejercitar una ESI que no solo muestre una mirada reproductiva, sino también comenzar a hablar del placer y la exploración.