Es difícil detenernos para pensarlo, pero hace no muchos
años atrás, antes de la llegada de internet, el mundo era otro.
La joven que acababa de ingresar a la universidad recorría los
gigantescos estantes de la biblioteca de su ciudad, en búsqueda de material
bibliográfico que la ayude a inspeccionar los saberes de diferentes autores. El
hombre enamorado esperaba, no muy pacientemente, a que la carta a su amada
cruce el océano Atlántico para poder comunicarse con ella. El fanático de Los
Beatles escuchaba la radio, esperando que sonara su última canción para grabarla
en su casettera.
Estas prácticas parecen pertenecer a un mundo pasado. Sin
embargo, hasta hace poco más de 25 años, antes de la llegada de internet a
Argentina, era lo habitual. Internet llegó para cambiarlo todo por completo.
En 1997, a casi 2 décadas de su creación, internet se convierte en un producto disponible
en nuestro país, cuando comienza a comercializarse a través de las primeras
conexiones de banda ancha que vio el país, de la mano de Fibertel.
Internet en la Argentina comenzó su desarrollo en la década de 1980, y su comercialización al público general se remonta entre 1995 y 1997, al venderse las primeras conexiones a Internet en el país.
Hoy, la mayor parte de nuestras actividades suceden a través
de internet, y para conmemorar su día- que se celebra el próximo 17 de mayo- Radio
La Red dialogó con el Doctor en Ciencias Sociales, Maximiliano Bron,
sobre la importancia de un uso responsable de la web.
Si algo demostró la Pandemia de Covid-19 fue que internet
es un servicio fundamental. Cuando el virus aún era desconocido y comenzaba
a aterrar a las sociedades, las personas pudieron continuar con sus actividades
laborales desde el resguardo de su hogar, estudiantes de todas partes del mundo
avanzaron con sus estudios a través de la virtualidad, y grupos de amigos se
reunían los viernes a la noche en sus pantallas para desahogarse de la fatiga
pandémica.
“Debemos entender
a Internet como un servicio público fundamental para la comunicación entre los
diferentes miembros de la sociedad actual”, dijo Bron sobre los cambios de
paradigmas que trajo la web, y continuó: “Hoy la realidad ha cambiado y debemos
entender que internet es sumamente necesario y uno de los motivos por los
cuales se celebra este día es para reflexionar sobre las situaciones de cada
uno de los países frente a la conexión, sus velocidades, lo que sucede con
los usos y consumos”.
En cuanto a los cambios más sustanciales, el especialista
enumeró: “La forma de relacionarnos y entablar vínculos con los demás,
reunirnos con amigos, hasta la forma de buscar pareja. El cambio fue total,
abrupto y radical. A veces no lo pensamos como un gran cambio porque sucedió
rápidamente y fuimos adaptándonos a esta realidad”.
“Cuando recién llegó internet, uno ingresaba a la web a
velocidades lentísimas. Quizás para abrir una página había tiempo de ir a
preparar un café hasta que carguen los diferentes contenidos, con sus fotos y
demás”, recordó el comunicador, y siguió: “Había una paciencia diferente porque
entendíamos lo que demoraban en trasladarse esos datos que hacían que una página
pueda visibilizarse”.
Internet
antes y después de la Pandemia
En nuestro país el internet llega, en primera instancia,
para uso científico. Podía encontrarse en lugares específicos como las
universidades o algunos centros de investigación. En 1997, el servicio se
comercializa de la mano de Fibertel y de a poco se comienza a popularizar, en
primera instancia, entre los sectores más adinerados de la sociedad.
Al respecto, Ignacio Herrero, diseñador de sitios
webs, explicó a Radio La Red que en esa época comienzan a proliferar los sitios
en internet: “Era todo muy amateur, y uno de los problemas que había- y siguió
estando luego de los 2000, fue la disparidad de los dispositivos para ingresar
a internet. Uno debía prever distintos tipos de navegadores, qué podía hacer
con uno, qué podía hacer con el otro”.
Un salto importante en la historia del internet en nuestro
país fue el programa Conectar Igualdad, una iniciativa del gobierno de
Argentina de entregar netbooks a estudiantes y docentes de secundaria de
escuela pública, educación especial e institutos de formación docente, en el
año 2010: “Fue un salto significativo en las capacidades de equipos para
ingresar a internet. De golpe mucha más gente tenía acceso a computadoras con
buenas prestaciones”, sostuvo el diseñador.
Otro cambio sustancial en los usos y significados de
internet fue la pandemia. “Si bien en Argentina el comercio electrónico y el
teletrabajo venían en aumento sostenido, había resistencia en algunos sectores
de la población. Con la llegada de la pandemia, la gente empezó a tener más
confianza con el uso de internet, y de repente todos pasamos a realizar gran
parte de nuestras actividades a través de él”, indicó el informático.
¿Es posible
un mundo sin internet?
El 6 de octubre del 2021 el mundo entró en pánico cuando
WhatsApp, Facebook e Instagram se cayeron durante más de 6 horas.
Algunos migraron a Telegram, otros se comunicaron por correo electrónico y
algunos pocos hasta enviaron mensajes de texto. ¿Es posible comunicarnos sin
WhatsApp?
Contra todos los pronósticos sobrevivimos. Pudimos atravesar
casi una jornada entera sin la plataforma más popular de mensajería. Y después de esto, muchos portales y sitios
webs se preguntaron: ¿podemos vivir sin internet?
Ante la caída de WhatsApp, Facebook e Instagram muchos usuarios migraron a Twitter y TikTok, donde realizaron distintos memes de aquel acontecimiento.
“Es casi una distopía, es hacer un esfuerzo en pensar en
algo que pocas veces lo pensamos como una posibilidad. Lo que ha cambiado
tiene que ver con las costumbres, usos y apropiaciones que hicimos de la
tecnología”, reflexionó el docente sobre las posibilidades de un mundo sin internet:
“Es desandar los lugares de comodidad. Nos acostumbramos a todo aquello que nos
da comodidad y el camino a la inversa siempre es más difícil.
Sin embargo, aunque esta premisa nos parezca lejana, es
importante tener presente que no todas las personas tienen garantizada la
conectividad a internet, esta fue una de las principales desigualdades que
desnudó la pandemia: “Creo y defiendo en que el Estado debe garantizar el
acceso al internet a todos los sectores”, expresó Bron.
Hoy internet es un servicio público esencial: “No tener
internet limita nuestras posibilidades frente a otros pares y miembros de la
sociedad”, precisó el comunicador, y continuó: “Esto lo pudimos ver en la
etapa más dura del aislamiento en la pandemia relacionado a contextos educativos,
donde muchos estudiantes que no tenían acceso al servicio de internet, no
tuvieron acceso a su derecho a recibir educación. Vaya si no es importante el
acceso igualitario a internet, con la responsabilidad del Estado de garantizar
el acceso en las personas con menos recursos. Internet ya no es un producto
de lujo, es una necesidad en cada aspecto de nuestra vida”.