Despertarse alguna mañana sin deseo de levantarse, no querer hablar, sin ánimo de asearse, vestirse para ir al trabajo, aislarse socialmente, podría no tratarse de un comportamiento que llame a preocupación. Sin embargo, si esto ocurre de manera frecuente en una persona hay que activar la alerta y buscar un diagnóstico.
En este sentido, el médico psiquiatra Jorge Guillén se refirió al fenómeno psicológico denominado Abulia y explicó que “se caracteriza por un estado persistente en el que prácticamente desaparece la capacidad de sentirse motivado o ilusionado por cualquier cosa, hasta el punto en el que se desatienden las rutinas del día a día necesarias para llevar a una vida normal”.
Asimismo indicó que “la Abulia es un síntoma que se refiere a la falta de energía y voluntad que pueden padecer algunas personas para hacer unas cosas de la vida diaria, como voluntad hasta moverse. Es un término griego que significa falta de deseo”.
“La psiquiatría toma esta definición para referirse a la falta de interés y motivación por todo. La falta de motivación para terminar lo que hemos comenzado, la falta de ganas para interactuar socialmente, la escasa espontaneidad, la pasividad constante”, agregó.
En tanto manifestó que “la depresión no es solo estar triste, también es la imposibilidad de sentir placer, motivación y voluntad. No tiene que ver con una cuestión de no tener coraje, de ser débil o no. Es una enfermedad que necesita tratamiento por personas especializadas”.
Los principales de la abulia son: demora en la toma de decisiones, aislamiento social, cansancio y fatiga, sin haberse sometido a esfuerzo alguno, lo que afecta igualmente el deseo sexual, un estilo en extremo de sedentarismo, así como la falta de cuidado personal.