Escribe: Valentina Urus
A raíz de los ajustes económicos lanzados por el presidente Javier Milei, se temió que La Chaya fuera totalmente cancelada. Pero gracias al cantautor Pica Juárez se podrán disfrutar de una alternativa chayera para seguir disfrutando de su regionalidad.
El cantante y músico, Omar “Pica” Juárez anunció hace unos días que para el mes de febrero se daría una alternativa chayera para afrontar la situación del país sin dejar el patrimonio cultural riojano de lado y es así es como nace “La Chaya de los pobres”, un evento que se llevará a cabo los días 9 y 10 de febrero en el Estadio del centro, ubicado en el Puquial. Donde hace algunos años se llevaron a cabo varias ediciones del festival más grande de los riojanos. Se espera vivir una fiesta hermosa, emotiva y en paz celebrando la amistad y el encuentro.
En homenaje al cantautor, Ramon Navarro fue que se eligió el nombre del evento, en palabras de Pica para La Red “es un homenaje y un reconocimiento al gran compositor y cantor riojano, Ramón Navarro, con una de sus obras más emblemáticas y también por el paralelismo con la situación actual, dura y asfixiante, que nos toca vivir al pueblo argentino en su conjunto. Por lo que buscamos un espacio alternativo en donde haya un equilibrio entre la fuente de trabajo y la diversión.”
“Están convocados más de 30 artistas riojanos de capital e interior y muchas visitas especiales que llegan desde otras provincias. Grandes amigos consagrados en el país que vienen a acompañarnos y a brindar su apoyo a este emprendimiento. La grilla y coordinación artística está a cargo de Natalia Barrionuevo, quien les habla y una comisión designada por el Club Unión, quienes también son parte activa de este desafío cultural. Los nombres correspondientes con día de actuación serán presentados en una conferencia de prensa especial a llevarse a cabo próximamente”, anunció.
“Están convocados más de 30 artistas riojanos de capital e interior y muchas visitas especiales que llegan desde otras provincias. Grandes amigos consagrados en el país que vienen a acompañarnos y a brindar su apoyo a este emprendimiento”
Asimismo, son dos motivos fundamentales los que impulsaron al cantante a convocar la Cooperativa de artistas que busca realizar La Chaya de los Pobres: por un lado, la necesidad de los artistas de trabajar y poder brindar como servicio su arte. Por muchos años, los meses de febrero fueron el momento idóneo para que artistas viejos y novatos se hicieran conocer con la alta gama de diversidad en el público y bajo la consigna de “arte es trabajo” fue que Pica nos comentó lo siguiente:
“Los artistas somos trabajadores y durante todo el año estamos en actividad buscando diversas formas de producción. En febrero, mes de la Chaya, nos toca organizar, producir, cantar etc. Y hay muchas opciones para visitar en los distintos barrios. Esta es una de ellas y pretende ser la punta de lanza para de aquí en más alcanzar un nivel de trabajo constante. Además de dar lugar a distintas áreas laborales como la gastronomía, técnicos, artesanos, periodistas etc. y fomentar el turismo en nuestra provincia.”
Y por último, el segundo motivo que impulsó a Pica a su camino chayero es justamente la impronta mágica que tiene esta celebración en nuestra provincia y la responsabilidad como artista de convocarse:
“La chaya es nuestra celebración ancestral por excelencia y excede a todos los individualismos, gobiernos de turno, gestores culturales y demás. Porque es de y para el pueblo: el único dueño y custodio de la fiesta. Los artistas riojanos más que un granito de arena son camionadas enteras que venimos poniendo hace muchos años y ha llegado el momento de organizarnos para que ya dejen de vendernos pujllays de colores.”
Para los riojanos, imaginar un febrero sin chayar es como visualizar una vida sin respirar. El carnaval riojano se fue asentando en la tradición que durante años fue convocando a todas las clases sociales de la provincia en busca de aquella fiesta ancestral que los une. Nadie puede estar ajeno a la máxima celebración que vive este pueblo una vez al año y que logra reunir a multitudes que acuden en busca de música, harina y albahaca.
No hay riojano, ni riojana que no se sepa de memoria la historia de amor entre la india, Chaya y su amado, Pujllay, y la tragedia que los acompañó en el mes de febrero. Porque cuando se habla de la Chaya, se habla de la tradición, de la regionalidad y la cultura: chayar es un retrotraerse al pasado, tanto latinoamericano como barrial, porque implica conectarse con nuestros tatarabuelos, que muy posiblemente se conocieron chayando.
Es por eso que cuando el gobierno anunció que por cuestiones presupuestarias la 54ª edición de la Fiesta Nacional de la Chaya no sería realizada, miles de riojanos se desanimaron por completo. El evento de otras características será financiado por capital privado.
La Chaya, que por muchos años abrió al turismo por parte de las provincias vecinas que visitaban nuestra ciudad para unirse al unísono chayero; los jóvenes que contaban los días para poder chayar; los más adultos, que se reencontraban en los barrios para revivir las épocas de gloria entre harina y albahaca; y los artistas, que durante meses se preparaban para brillar en los escenarios del mes de febrero.