“Realizamos la marcha para que no pase a ninguna hermana, madre, hija, nieta, sobrina, para que no pase nunca más y haya Justicia, pero Justicia social, para que haya condena social, porque la sociedad debe entender que no debe pasar nunca más”, reflexionó con dolor.
Claudia Vega de 51 años murió luego de permanecer diez días internada en un centro médico de La Rioja, como consecuencia de las graves heridas que sufrió al ser atacada por su pareja con un cuchillo. Se convirtió en el segundo femicidio en esa provincia en lo que va del año.
Para la marcha, Ana indicó que “invitamos a todos los que quieran participar, a acompañarnos en este terrible dolor que estamos viviendo y para hacer justicia social, porque creo en la justicia de La Rioja y se que se hará justicia por mi hermana”.
Ana invitó “a toda la sociedad a cuidarnos todos y no vuelva a pasar esto”.
Referenciando sobre el lamentable hecho de su hermana, que fue asesinada, explicó que “no hubo indicios, porque nosotros hubiésemos hecho de todo para separarlos, pero no había ningún indicio”.
Relató, entre lágrimas de dolor profundo: “Ese día Claudia Vega salió de casa, fue a la casa de este hombre y no la volvimos a ver nunca más. La vimos en el hospital agonizando dando sus últimos suspiros”. “Ella (por Claudia Vega) frecuentaba más a la casa de él que en la nuestra. Pocas veces venían a comer a la casa de Claudia”, indicó.
Ante la consulta, Ana contó que “Claudia era una mujer divertida, jamás se la veía triste, siempre te sacaba una sonrisa”. “Ese es el recuerdo que me queda de ella, su alegría”, admitió.
“Agradezco muchísimos a sus compañeros de trabajo, por todo el acompañamiento”, asintió.
“Mujeres no se dejen maltratar. Apártense de esos hombres asesinos, suicidas. No se dejen usar”, reflexionó, enviando un mensaje a las mujeres y opinó: “Hablen, no se callen nada mujeres, griten, pidan auxilio, porque siempre habrá alguien ahí para ayudarlas”.
