
En una reveladora entrevista con el medio Perfil, el expresidente Alberto Fernández abordó las acusaciones de violencia de género formuladas por su expareja, Fabiola Yáñez. Aseguró que ha pasado de ser considerado «un tibio» a ser etiquetado como «un agresor» sin entender cómo ocurrió tal transformación en la percepción pública.
Fernández enfatizó que nunca ha ejercido violencia y defendió su conducta, afirmando que quienes lo conocen pueden dar fe de ello. «En mi vida hice algo parecido a eso. No sé cómo pasó. Son esas cosas que ocurren casi mágicamente por imperio de lo mediático», sostuvo.
Las acusaciones incluyen supuestos actos de violencia durante el embarazo de su hijo menor, Francisco. Fernández se mostró indignado ante la idea de haber golpeado a Yáñez, resaltando sus relaciones previas y la buena comunicación que mantiene con sus exesposas. «Estuve 18 años casado con la mamá de Tani, y estuve 11, 12 años con Vilma. Hasta el día de hoy tengo un vínculo espléndido con las dos», afirmó.
El exmandatario también se refirió a una controvertida fotografía que salió a la luz en medio del escándalo. Explicó que nunca había visto la imagen hasta su publicación y sugirió que Yáñez estaba en un «mal día» debido a la presión mediática.
Fernández mencionó que no hay testimonios ni pruebas médicas que respalden las acusaciones de Yáñez. Aportó una pericia psiquiátrica realizada en noviembre de 2023, indicando que el malestar psicológico de su expareja podría estar relacionado con el impacto mediático más que con su relación.
Además, Fernández admitió haber tenido altibajos en su relación con Yáñez desde su inicio en 2016 y reveló que ella había tomado decisiones sobre embarazos sin consultarlo previamente. «Fabiola tiene un problema de salud que creo que es determinante en todo esto», concluyó, enfatizando su deseo de no contribuir al circo mediático generado por esta situación.
Con estas declaraciones, Fernández busca restablecer su imagen y aclarar los hechos en un momento crítico para ambos involucrados.