Día mundial del dulce de leche: una jornada para celebrar al manjar con acento criollo

Declarado Patrimonio cultural alimentario y gastronómico de la Argentina, una leyenda señala su origen en el olvido de una leche en el fuego. De la mano de la reconocida pastelera Pamela Villar, todos sus secretos.

La versatilidad del dulce de leche permite hacerlo parte de la mayoría de los postres.
24 de junio de 1829. A instancias de la firma del Pacto de Cañuelas, el Comandante General de Campaña Juan Manuel de Rosas recibiría en su estancia, La Caledonia, al General Juan Lavalle. Este último fue el primero en llegar y, cansado, se recostó en el catre de Rosas hasta quedar dormido por completo.

En ese momento en la cocina se encontraba la criada preparando la lechada para acompañar el mate, que al encontrar a la visita durmiendo dio inmediato aviso a los guardias, momento en que llegó Rosas y se pudo subsanar cualquier malentendido. Lo que no se pudo subsanar fue la lechada, ya que al volver la cocinera encontró una sustancia espesa y de color marrón que Rosas no tuvo reparo alguno en probar. Tras agradarle tanto el resultado del olvido, una nueva preparación había nacido.

Sin embargo, pese a lo extendida de la leyenda, también en Uruguay se habla del tema, como lo hizo Alberto Moroy en su artículo Dulce de leche, la discordia, en el diario El País, de Montevideo: “Para los uruguayos el dulce de leche llegó con los esclavos del Virreinato de Rio de la Plata (1778-1811). Es en este punto que se cruzan algunas historias en común, entre uruguayos y argentinos. Una versión indica que fue introducido por Ana Perichón, La Perichona, amante del virrey Santiago Liniers, veinte años antes que la leyenda argentina de la criada de Juan Manuel de Rosas. Ella tenía contactos comerciales con la isla Mauricio, una colonia francesa del océano Índico ubicada a cien kilómetros del África continental hacia el oeste. El virrey Liniers y su amante también eran franceses, aunque la mayoría de los esclavos provenía de Mozambique. De esta forma entre los franceses y esclavos parece estar el origen del manjar criollo”.

Porque pese a lo lindo que suena la historia del Pacto de Cañuelas y demás, el origen del dulce de leche estaría en realidad en Indonesia, que luego pasó a Filipinas, alrededor del siglo VI. Al ser conquistada ésta por la corona de España, el manjar comenzó a ser conocido en toda Europa, para luego llegar a América. Y por cuestiones que nos exceden y nunca entenderemos, pese a ser una de las últimas regiones en las que comenzó a utilizarse, se afianzó de inmediato al paladar argentino, hasta transformarse en Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico de Argentina, según la declaración de la Secretaría de Cultura de la Nación.

“El dulce de leche es un producto muy nuestro que a mí me encanta, lo incluyo siempre en cualquier carta de postre, preparación, pastelería, es algo que como a cucharadas y es fácilmente combinable, va con todo, a cualquier cosa le podés agregar una cucharada de dulce de leche que va a quedar bien”, contó Pamela Villar.

La reconocida pastelera que desde que tiene memoria es amante de los dulces y a los 10 años ya disfrutaba haciendo bizcochuelos y galletitas, tras la finalización de sus estudios secundarios comenzó a estudiar el traductorado de Inglés, hasta que llegó un momento de crisis y unas palabras de su madre que le abrieron el camino y marcarían su futuro: “¿Por qué no hacés lo que siempre te gustó, cocinar?”.

Y ahí fue cuando “me puse a investigar las escuelas que había de cocina en ese momento, que eran dos o tres, y vi que realmente podía ser una profesión, me anoté y no paré”, continuó la cocinera que tuviera maestras de la talla de Beatriz Chomnalez y Alicia Berger, y que reconoce que un punto interesante y un desafío es estar siempre actualizada, cocinar mucho y sumar experiencia, esa que se logra gracias a los diferentes trabajos y los viajes que pudieran hacerse. “El desafío es estar siempre inquieta, en movimiento, actualizándote y encontrando tu estilo”, detalló.

La actual jurado de Bake Off, junto con Dolli Irigoyen y Damián Betular, reconoció que “el dulce de leche es súper versátil, podés comerlo desde una cucharada solo hasta incluirlo en absolutamente todas las preparaciones, algo con frutas, lo podés hacer en helado, en un postre, en una torta... como relleno, como cubierta, desde una banana con dulce de leche hasta el mejor postre, incluso puede ser guarnición”.

Es que Villar llevó el dulce de leche mucho más allá de los límites del país, y en momentos en que se encontraba trabajando en Londres en la carta de un restaurante, impuso el volcán de dulce de leche como una de las estrellas. “Tuve la posibilidad de trabajar 8 años allá”, relató, y continuó: “Hicimos el volcán y la recepción fue genial, obviamente de la mano con la globalización y el auge de la cocina, se conoce en todo el mundo y tuve el placer de hacer ese postre”. Y si bien reconoce que al principio quizás se lo consideraba un poco dulce, dice, “después se fueron acostumbrando y lo recibieron muy bien porque en ese momento estaba en un restaurante donde el protagonista era la carne y el vino, así que el dulce de leche no desentonaba para nada”.

Betular, uno de sus compañeros en TV, recuerda siempre como clave en su carrera el trabajo que realizó en el restaurante Sucre, de Fernando Trocca: “Sabía que entraba a las dos de la tarde, pero nunca a qué hora me iría. Lavaba el piso, la cocina. Por aquel entonces Pamela Villar era mi jefa e, igual que ahora, siempre estaba alentándonos. ¡Y eso que nos mandábamos mil errores! Pero para ella todo era solucionable. Recién ahí el pastelero empezaba a tomar un poco de protagonismo”.

Reconocida por sus pares y sus clientes, no niega que el hecho de estar en uno de los ciclos más vistos de la pantalla chica le dan otra visibilidad: “Si bien hace 27 años que cocino, lógicamente la televisión te da otra exposición, y bienvenido sea, es algo que me gusta, que disfruto y que complementa lo que hago, que es cocinar y tener mi propio lugar”, finalizó la pastelera que mes próximo presentará su nueva pastelería, luego de que el año pasado cerrara Yeite.

Fuente: Infobae