Apostar y arriesgar a pesar de todo. En plena pandemia, cuando el turismo tuvo que paralizar casi la totalidad de las actividades, Gregorio Cramen impulsado por su amigo Alejandro Azpiazu, decidió reabrir la hostería Lagos del Furioso, un proyecto familiar, que había comenzado casi 30 años atrás.
Sus padres, Ana Bas y Jorge Cramer, se enamoraron del noroeste de Santa Cruz, una parte de la Patagonia, poco explorada por turistas: un destino especial para los amantes de la naturaleza y para quienes prefieren pasar sus vacaciones lejos de los lugares más concurridos.
En 1993 inauguraron el hotel sobre una península que se abre paso entre los lagos Pueyrredón y Posadas, a 285 km de Los Antiguos. Estuvo en funcionamiento 15 años. En 2008, cuando el matrimonio consideró que ya había cumplido su ciclo, decidieron cerrarlo.
Durante todo este tiempo, la familia continuó utilizando las instalaciones como lugar de descanso y para recibir visitas. En uno de los últimos viajes, antes del estallido de la crisis sanitaria, Gregorio empezó a imaginar a ese lugar volviendo a su época dorada: recibiendo viajeros de todo el mundo.
Con miedo e incertidumbre, decidió llevar a cabo el proyecto y el 28 de diciembre del año pasado empezaron a llegar los primeros visitantes. Luego de una temporada golpeada por las restricciones y el miedo al contagio, esperan que este verano, lleguen más huéspedes.
Cómo es y qué ofrece
Entre álamos lombardos, álamos plateados, sauces, coníferas y frutos rojos, se encuentran nueve casas de madera de lenga y otra con habitaciones compartidas.
El alojamiento cuenta con sala de lectura, comedor, sauna finlandés y un mirador con vistas a los lagos.
Para impactar lo menos posible el entorno, se utiliza una red sustentable de agua potable, electricidad, gas, energía solar y eólica e internet por satélite.
La zona es un paraíso para los fanáticos del senderismo, trekking o running. Mountain bike, paseo en lancha, deportes náuticos a vela o remo, pesca con mosca desde la costa o embarcados, son otras de las actividades que se pueden realizar.
El avistaje de fauna autóctona es común en el área. Cisnes, cauquenes y bandurrias, patos salvajes, flamencos, ñandúes, guanacos, zorros y pumas son algunos de los habitantes. El bosque también es el refugio de la mara y muchas especies en peligro o amenazadas. Las truchas arco iris, las percas y los pejerreyes patagónicos pueblan los lagos y los ríos.
Atracciones cercanas
A pocos kilómetros de la hostería Lagos del Furioso, se encuentran varios sitios turísticos imperdibles.
El Cañón del Río Furioso es uno de ellos. Se trata de un jardín natural con vegetación preandina y piedras de colores. La excursión puede variar desde un paseo por el lecho del río y trepar entre las rocas y piletas, o un ascenso a los faldeos para tener una vista de todo el entorno lacustre y de la cordillera.
Otra opción es visitar la Cueva del puma. Un sitio oculto que está a 20 minutos de la hostería. Ahí se encuentran pinturas rupestres de más de 3 mil años de antigüedad y una formación rocosa que oculta varias cuevas en su interior.
El recorrido se hace a pie y permite descubrir vistas únicas del lago Posadas y las montañas que lo rodean.
La Laguna seca del puma, llamada así porque durante el invierno se llena con agua de lluvia y deja extrañas figuras cuando se evapora en verano, es otro de los sitios para visitar. Se caracteriza porque el suelo va cambiando de color hasta convertirse en un blanco tiza por lo que se asemeja a los paisajes de los salares.
Por otro lado, sobre la costa del Lago Posadas se encuentra el Arco de Piedra, un islote erosionado en forma de bóveda. Es un lugar especial para descansar y, si el clima acompaña, darse un baño.
Cómo llegar
En avión a Comodoro Rivadavia, El Calafate o Balmaceda, en Chile. También por RN40. Desde Los Antiguos por la Ruta 41 Norte.
Cuánto cuesta
Una habitación doble por noche, con desayuno y cena incluida para fines de diciembre tiene un valor de $ 47.088.
Más información
info@lagosdelfurioso.com; www.lagosdelfurioso.com.
Fuente: Clarín
